Por Cuba Impacto
El rapero estadounidense Lil
Uzi Vert, más conocido por sus excentricidades que por su música, luego de
implantarse en la frente un diamante rosa de 24 millones de dólares a inicios
de este año, ahora quiere convertirse en el primero propietario de un planeta,
algo para lo que, según afirma, está trabajando en los últimos detalles legales.
La información fue hecha
pública por la cantante canadiense Claire Elise Boucher, conocida por su nombre
artístico Grimes y por ser pareja de Elon Musk, quien a través de su cuenta en
la red social Twitter, afirmó que Lil Uzi Vert será dueño de WASP-127b, un
exoplaneta gaseoso 1,4 veces más grande que Júpiter, el cual fue descubierto en
2016 y está ubicado a una distancia aproximada a los 332 años.
Por su parte por el propio
rapero, también en Twitter, confirmó las palabras de Grimes.
"Estoy intentando sorprender
a todos. Sigo trabajando en ello", respondió Lil Uzi Vert, incluso pidió a
sus seguidores que le sugieran un nuevo nombre para rebautizar al planeta.
Hasta aquí todo bien si lo
que se quiere es llamar la atención del público, porque en realidad esto no pasa
de ser una tomadura de pelos, pues lo primero que hay que saber es que este
tipo de ventas no son legales, a pesar de que a primera vista lo parezcan.
De lo que se trata es de que
el Tratado del Espacio Exterior de 1967, patrocinado por la Organización de las
Naciones Unidas y ratificado por más de 150 países, prohíbe a todas las
naciones y a sus ciudadanos, reclamar territorio en el espacio ultraterrestre,
algo que conoce bien la compañía Lunar Embassy Corporation, quien parece ser la
perpetradora de semejante estafa.
Lunar Embassy Corporation ya
ha generado decenas de millones de dólares vendiendo terrenos en la Luna, estrellas
que incluyen certificado de propiedad y con nombre a elegir, y decenas de
asteroides y planetas perdidos en el espacio, algo que según los expertos, y en
base al mencionado Tratado del Espacio Exterior, carece de legalidad.
Lil Uzi Vert debe haber
gastado billones de dólares en esta nueva adquisición, la cual al meno debiera
clasificar como el mayor fraude interestelar de la historia, solo comparado con
otro ocurrido recientemente, en el cual un mismo terreno en la luna fue vendido
de manera individual a más de seis millones de personas.
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