Por Cuba Impacto
El Ministerio de Deportes
chino ha prohibido los tatuajes a los futbolistas de la selección nacional y ha
pedido a quienes los tengan que se los "quiten".
Desde la música hasta los
juegos en línea, pasando por reality shows y lecciones privadas, China ha
estado tratando en los últimos meses de recuperar el control de su juventud e
imponer valores viriles, en contraposición a una decadencia moral que vendría
de allí. También en el visor, contenidos vulgares difundidos en la pantalla
chica y las redes sociales, llamados a favorecer los valores "patrióticos".
Por tanto, el regulador audiovisual chino ha pedido que se establezcan criterios
de belleza "correctos" y que se prohíba a los hombres "afeminados"
y los "influencers vulgares".
Los futbolistas de la
selección nacional tienen ahora "la prohibición formal de hacerse nuevos
tatuajes", anunció este martes el Ministerio de Deportes, invitando a
quienes los tengan a que se los "quiten".
"En circunstancias
especiales (...), los tatuajes deben cubrirse" durante los entrenamientos
y competencias, dijo el ministerio en un comunicado, que prohíbe el
reclutamiento de cualquier deportista tatuado.
Hay que tener en cuenta que
los tatuajes generalmente están mal vistos en China, que sigue siendo una
sociedad mayoritariamente conservadora, aun así están teniendo cierto éxito en
las grandes ciudades, especialmente entre la generación más joven.
A pesar de lo que implica
contradecir el poder del Partido Comunista en el gigante asiático, la medida
fue apreciada de diversas formas por los aficionados al fútbol. "¿Debemos
elegir un buen jugador o un santo?", se preguntó un seguidor en la red
social Weibo.
Por otro lado esta no es la
primera vez que la estética aparece en el fútbol chino. La federación ya ordenó
a los jugadores cubrirse los tatuajes en los últimos años. El año pasado, David
Beckham apareció borroso en un documental de la televisión pública china. Un
encuentro de fútbol femenino universitario también fue cancelado el año pasado...
luego de una prohibición a las jugadoras de teñirse el cabello.
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