Por
Cuba Impacto
Tres
estudiantes de doctorado que durante cinco años habían denunciado
reiteradamente los hechos, sin resultado, presentaron este martes 8 de febrero una
denuncia contra Harvard, acusando a la universidad estadounidense de haber
ignorado sus informes sobre presuntos actos de acoso sexual perpetrados por un
profesor.
Presentada
en un tribunal federal de Boston, la demanda civil de 65 páginas, acusa al
profesor de antropología John Comaroff, de 77 años, de "haber usado su
poder y su pedestal durante años en Harvard para explotar a las aprendices de
investigación".
"Besó
y acarició a alumnas sin su consentimiento y amenazó con sabotear sus carreras
si se quejaban", dice la denuncia de Margaret Czerwienski, Lilia Kilburn y
Amulya Mandava, cuya historia fue contada por primera vez el martes por el New
York Times. Pero la universidad las trató con "indiferencia deliberada",
acusan en su documento judicial.
La
denuncia por ejemplo, con gran detalle, relata que el profesor "besó a la
fuerza a Kilburn en repetidas ocasiones, la manoseó en público y habló en voz
alta de su violación y asesinato imaginarios". En cuanto a "Czerwienski
y Mandava, el profesor Comaroff se sintió autorizado a amenazarlas, empañar su
reputación y perturbar sus carreras".
La
denuncia "apunta a un abuso de poder" y a Harvard, "una de las
instituciones académicas más prestigiosas del mundo" y su presidente. Ante
un posible juicio civil, los demandantes reclaman una compensación económica de
un monto desconocido.
Hay que
añadir que aunque las demandantes acusan a Harvard de haber ignorado durante
mucho tiempo sus alegatos, su denuncia reconoce que un "comité de Harvard
que examinó el ambiente del departamento de antropología acaba de concluir que
existe un ambiente sexista y misógino allí (…), en un ambiente
predominantemente blanco y masculino".
De
acuerdo con el New York Times, los hechos comenzaron a hacerse públicos hace un
año en el diario de Harvard. Luego, el profesor fue puesto en licencia y una
investigación interna concluyó que había sido culpable de acoso verbal. No
debería poder dar clases el próximo año, según el diario, que especifica que la
universidad no lo ha acusado de acoso o agresión sexual. En tanto sus abogados,
entrevistados por el diario, dijeron en un comunicado que su defendido negó
"categóricamente" las acusaciones de las estudiantes.
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