Las
fuerzas rusas lanzan un asalto contra el último cuadro de combatientes de la
resistencia ucraniana atrincherados en la acería de Mariupol mientras los dos
mandatarios conversaban.
Por
Cuba Impacto
Durante
su primera conversación telefónica en poco más de un mes, Vladimir Putin le
dijo a Emmanuel Macron este martes que Occidente debe dejar de suministrar
armas a Ucrania.
"Occidente
podría ayudar a detener estas atrocidades ejerciendo la influencia adecuada
sobre las autoridades de Kiev, así como deteniendo el suministro de armas a
Ucrania", dijo el presidente ruso a su homólogo francés, según un
comunicado de prensa del Kremlin. Mientras Macron había hablado por teléfono
con el presidente ucraniano Zelensky el sábado, Putin, siempre según Moscú, se
quejó de la "falta de preparación (de Kiev) para un trabajo serio" en
las conversaciones de paz, que se están llevando a cabo en Turquía entre negociadores
de Rusia y negociadores de Ucrania.
Mientras
tanto, sobre el terreno, el ejército ruso y las fuerzas prorrusas se
encontraban lanzando una ofensiva contra la fábrica de Azovstal, el último foco
de resistencia en la ciudad de Mariupol, en el sureste de Ucrania.
"Usando
artillería y aviones, unidades del ejército ruso y de la República Popular de
Donetsk están comenzando a destruir las posiciones de tiro" de los
combatientes ucranianos que salían de la fábrica, dijo ayer al mediodía Vadim
Astafiev, portavoz del Ministerio de Defensa ruso.
Moscú
acusa al regimiento ucraniano Azov, que defiende la planta, de haber
"utilizado" el alto el fuego establecido para evacuar a la población
civil, para salir de los sótanos de la acería y "tomar posiciones de fuego
en el territorio y en los edificios de la fábrica".
“Nos
bombardearon toda la noche (…), mataron a dos mujeres”, dijo el comandante
adjunto del regimiento de Azov, Sviatoslav Palamar. Hizo un llamado a Zelensky
para “una acción fuerte porque la situación es muy difícil”.
Ciento
un civiles atrapados en la acería pudieron ser evacuados este martes, anunció
la ONU. Durante el fin de semana, otros cien habían salido de su refugio. Pero
aún hay un número indeterminado, según el Comité Internacional de la Cruz Roja,
que participa en estas delicadas evacuaciones coordinadas entre Kiev y Moscú.
Asaltos
inminentes
En
otros lugares, el frente parece estar congelado en el día 69 de la guerra.
Según el Instituto Estadounidense para el Estudio de la Guerra, las fuerzas
rusas no llevaron a cabo ataques terrestres, pero bombardearon posiciones
enemigas en la línea del frente. En el este de Ucrania, las tropas rusas
continuaron reagrupándose y realizando reconocimientos, probablemente en
preparación para ataques terrestres en dirección a Mikolaiv, Zaporizhya, donde
están llegando los refugiados de Azovstal, y Kryvyi Rih.
En
el frente diplomático, el primer ministro británico, Boris Johnson, sigue
mostrando su liderazgo. Después de su visita sorpresa a Kiev a principios de
abril, fue el primer líder occidental en dirigirse al parlamento ucraniano el
martes desde el comienzo de la guerra. Por videoconferencia, elogió el heroísmo
de la resistencia ucraniana.
"Este
es el mejor momento de Ucrania, que será recordado y contado por
generaciones", dijo. Para él, los ucranianos han "destruido el mito de
la invencibilidad de Putin y revelado su locura histórica". También
reconoció que los occidentales habían sido "demasiado lentos para
comprender lo que estaba sucediendo".
Para
evitar estos errores, Johnson anunció la continuación de la asistencia
humanitaria y militar a Ucrania "hasta que logremos nuestro objetivo a
largo plazo de fortalecer a Ucrania para que nadie se atreva a atacarlos de
nuevo". Londres liberará otros 300 millones de libras en ayuda militar,
incluidos radares para localizar la artillería rusa, drones de transporte
pesado para abastecer a las fuerzas aisladas y miles de dispositivos de visión
nocturna. Los británicos también proporcionarán unos quince vehículos blindados
para evacuar a los civiles de las áreas del frente en el este del país y los
funcionarios de transporte.
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