Con dolor y rabia, el funeral de las víctimas del
tiroteo de Uvalde comenzó este martes, una semana después del tiroteo en una
escuela primaria que se cobró 21 víctimas, incluidos 19 niños. Estos funerales
se extenderán hasta mediados de junio.
Por
Cuba Impacto
Una
semana después de la masacre perpetrada por un pistolero en una escuela
primaria de Uvalde, que conmocionó a Estados Unidos, la todavía traumatizada
pequeña localidad texana enterró el martes 31 de mayo a sus primeras víctimas
infantiles, dividida entre el dolor y la ira.
El
funeral de los 19 niños y dos profesores, fallecidos el 24 de mayo bajo las
balas de Salvador Ramos, de apenas 18 años, se prolongará hasta mediados de
junio.
El
ataúd de plata de Amerie Jo Garza, una niña sonriente que acababa de celebrar
su décimo cumpleaños cuando fue asesinada, fue llevado dentro de la iglesia del
Sagrado Corazón por seis hombres que vestían camisetas con claveles rojos. Los
participantes en la ceremonia se congregaron fuera del edificio, rodeados por
una gran presencia policial.
Amerie
Jo Garza, "pequeña divertida que 'odiaba los vestidos'" y "tenía
un gran corazón", soñaba con convertirse en maestra de arte, describió su
familia en su obituario.
El
funeral de otra víctima, Maite Rodríguez, de 10 años, tuvo lugar a las 19.00
horas. La pequeña, que quería convertirse en bióloga marina, era "amable,
carismática, amorosa", escribió su madre, Ana Rodríguez, en Facebook el
jueves. "Y, sobre todo, era mi mejor amiga". “Esta pesadilla horrible
y sin sentido, de la que no puedo despertar, ha destruido y debilitado
absolutamente mi vida y mi corazón”, agregó.
La policía "se equivocó"
El
dolor de los seres queridos en duelo se mezcló con la ira por la demora en la
intervención de la policía, considerada demasiado larga, y que resultó en un
mea culpa de las autoridades. La policía tardó alrededor de una hora en
intervenir en el aula donde se había refugiado el tirador. Los 19 agentes
presentes en el lugar esperaban el asalto de una unidad especializada.
La
policía "se equivocó", dijo el bisabuelo de una de las víctimas.
“Pueden decirme: 'Cometimos un error. Tomamos la decisión equivocada'. Pero mi
bisnieta no volverá a mí”, explicó Rubén Mata Montemayor.
Esta
tragedia, como las que la precedieron, también ha despertado llamados a una
mayor vigilancia del acceso a las armas, en este país que tiene más pistolas y
fusiles que habitantes y vive regularmente tiroteos mortales. Joe Biden los
escuchó de primera mano mientras conducía a Uvalde el domingo, con voces que
cantaban: "¡Haz algo!", mientras pasaba.
"Protegiendo a los niños de los AR-15"
El
presidente “debe aprobar leyes para que podamos proteger a los niños de los
AR-15”, el arma semiautomática utilizada en la escuela Robb, afirmó Robert
Robles, de 73 años.
Ricardo
García, de 47 años, quien trabajaba en el hospital Uvalde el día de la
tragedia, dijo que no podía "quitarse de (su) cabeza los gritos de las
madres a las que les anunciaban la mala noticia". "Debemos dejar de
vender armas, punto", suplicó.
La
estrecha mayoría del Partido Demócrata en el Congreso no le permite aprobar
leyes de control de armas por sí solo. El martes, el presidente
"prometió" que se reuniría con los republicanos electos sobre este
tema. Cualquier texto requerirá un compromiso con estos conservadores,
tradicionalmente más reacios a legislar sobre el tema, para alcanzar la mayoría
cualificada necesaria.
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