La "Cumbre de las Américas", organizada por
Estados Unidos en Los Ángeles, estuvo marcada más por fricciones que por
anuncios concretos o espectaculares.
Por
Cuba Impacto
Veinte
países lanzaron este viernes una alianza sobre inmigración en América Latina,
bajo el liderazgo de Estados Unidos y al término de una "Cumbre de las
Américas" marcada por más fricciones que anuncios concretos o
espectaculares.
“Ningún
país debe quedarse” solo ante los crecientes movimientos de población que ven a
miles de personas tratando de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos,
huyendo de la miseria y la inseguridad, dijo el viernes el presidente
estadounidense, Joe Biden.
De pie junto a los demás signatarios de la “Declaración de Los Ángeles”, alineados frente a una hilera de banderas, afirmó que la inmigración “segura” y “legal” beneficia el desarrollo económico, pero también consideró que es necesario “proteger las fronteras” contra la entrada ilegal, con "humanidad".
It’s an honor to welcome leaders from across the Western Hemisphere for the ninth Summit of the Americas. pic.twitter.com/qdM4h6zJkM
— President Biden (@POTUS) June 10, 2022
Joe
Biden quiere asentar el principio de “responsabilidad compartida” entre estados
sobre un tema que le ha valido constantes ataques de la derecha estadounidense.
La “Declaración de Los Ángeles” cubre varios compromisos o recordatorios de
compromisos pasados, en términos de acoger a los migrantes y regular los
flujos, pero no tiene una dimensión vinculante.
El
texto, difundido por la Casa Blanca, fue firmado por Argentina, Barbados,
Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Estados Unidos, Panamá, Paraguay,
Perú y Uruguay. Joe Biden deseó el viernes que “otros países vean el potencial”
de esta asociación que calificó de “histórica”.
20.000 refugiados
En
este contexto, Estados Unidos acogerá a 20.000 refugiados de América Latina en
2023 y 2024, es decir, según el ejecutivo estadounidense, triplicará el número
de refugiados acogidos este año. La Casa Blanca también anunció el viernes un
sobre de 314 millones de dólares en ayuda humanitaria, principalmente para
migrantes venezolanos.
Más
de seis millones de venezolanos han huido de su país, sumidos en una gravísima
crisis económica y social. Venezuela, Cuba y Nicaragua, no fueron invitados por
Washington, lo que provocó fuertes críticas de algunos líderes y un boicot
total del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Política doméstica
La
Cumbre de las Américas, lanzada en 1994 en Miami y que no se ha vuelto a
realizar en Estados Unidos desde entonces, debería celebrar una nueva era en
las relaciones en el continente, en particular después de los enfrentamientos
que marcaron la presidencia de Donald Trump. Pero termina, para los
estadounidenses, con un historial mixto.
Joe
Biden vivió así un verdadero momento de bochorno diplomático el jueves cuando
el primer ministro de Belice y luego el presidente de Argentina lo criticaron
por la ausencia de Cuba y Venezuela, en medio de una sesión plenaria, y cuando
estaba sentado a unos metros.
El
jefe de Estado estadounidense hizo una buena figura, aplaudió todas las
intervenciones, incluso las más críticas, y estrechó la mano de los líderes
involucrados cuando bajaron del escenario. Aseguró que en el fondo se requiere
“unidad” con los países del continente. Y el viernes pudo regocijarse con la
satisfacción de México y Brasil, que parecían querer terminar con una nota
positiva.
"Muy positivo"
El
jefe de la diplomacia mexicana, Marcelo Ebrard, calificó así los resultados
como “muy positivos”. Reemplazó al presidente Andrés Manuel López Obrador,
quien renunció para protestar contra la exclusión de Cuba, Venezuela y
Nicaragua, a las que Washington denuncia por no respetar las reglas
democráticas y los derechos humanos.
Marcelo
Ebrard insistió en una reforma de la Organización de Estados Americanos (OEA)
para evitar este tipo de exclusiones en las próximas reuniones. Se propone un
nuevo acuerdo a Estados Unidos y el inicio de una nueva etapa en la relación
entre las Américas, dijo el ministro mexicano.
Influencia china
En
cuanto al presidente ultraderechista brasileño, Jair Bolsonaro, con quien no
faltan los roces, calificó su cara a cara de la víspera con Joe Biden como
“fantástico” y realizó declaraciones conciliadoras sobre el medio ambiente,
asegurando que Brasil podría desarrollar su agricultura preservando la
Amazonía.
“Somos
las dos democracias más grandes del hemisferio. Tiene sentido que sigamos
trabajando juntos y busquemos formas de profundizar nuestra asociación”, dijo
Antony Blinken, calificando la reunión de “constructiva”.
A
Estados Unidos le preocupa la creciente influencia de China en una región que
siempre ha considerado su patio trasero, y la fortísima dependencia comercial
de todos los países, incluidos ellos, de Pekín. Pero la administración Biden ha
dejado claro que no seguirá el ejemplo chino, sinónimo de grandes inversiones y
grandes proyectos de infraestructura en América Latina.
Una
anécdota vino a recordarnos la presencia de China, cuyo nombre se ha mencionado
muy poco en Los Ángeles, al menos públicamente. La Cámara de Comercio
Estadounidense distribuyó así al margen de la cumbre una bolsa azul llena de
obsequios que supuestamente promoverían la industria estadounidense. Pero que
contiene entre otras cosas una botella de agua y unas gafas de sol… “Made in
China”.
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