La agencia espacial quiere recuperar polvo lunar que
había sido probado en insectos: los dos se han puesto a la venta cuando aún
pertenecían a la NASA.
Por
Cuba Impacto
La
NASA vigila de cerca los objetos traídos de sus expediciones lunares. Se supone
que todos le pertenecen y es excepcionalmente raro que uno de ellos termine en
una subasta. Pero lo que la casa de subastas RR puso a la venta no parecía
venir de la Luna: tres cucarachas. O para ser más precisos, tres cadáveres de
cucarachas.
Ciertamente
no hay cucarachas en la Luna y estos insectos no fueron polizones del Apolo 11.
Pero sí tienen una relación con esta misión que llevó a los hombres a la Luna por
primera vez. Probaron el polvo lunar traído por los astronautas.
En
ese momento, la NASA envió una muestra de polvo lunar a la Universidad de
Minnesota para probar si podría representar un peligro para los organismos
vivos. Dos kilos de este polvo fueron utilizados sobre la vida acuática,
microbios e insectos, incluidas las tres famosas cucarachas. El polvo se les
dio mezclado con comida, se inyectó o los animales caminaron en él, explica
Live Science. Ningún animal ha sufrido secuelas tras estos experimentos: el
polvo lunar, por tanto, parece inofensivo.
La entomólogo guardó todo en casa
La
muestra de polvo, así como las cucarachas, fueron responsabilidad de la
entomóloga de la Universidad de Minnesota, Marion Brooks, quien debió
devolverlo al final de su investigación o destruir los restos de las cucarachas,
que habían sido sacrificadas para su análisis, pero por el contrario, los
guardaba en casa. Luego, su hija las vendió varios años después de que su madre
muriera en 2007. Así se subastaron 40 mg de polvo lunar, los cadáveres de tres
cucarachas y decenas de portaobjetos de microscopio utilizados para los
experimentos. Todo por un valor estimado de 400.000 dólares.
El
15 de junio, la NASA envió una carta a la casa de subastas con sede en Boston
diciendo que todo este equipo les pertenecía y, por lo tanto, debería ser
retirado de la venta y devuelto. “Ninguna persona, universidad u otra entidad
ha sido nunca autorizada a retener estas muestras después de su análisis, destrucción
u otro uso para ningún fin, en particular para venderlas o exhibirlas
individualmente”, escribe la agencia espacial.
El
lote fue retirado de la venta que terminó el 23 de junio y el abogado de la
casa de subastas dice que está en contacto con la NASA para ver cómo cumplir
con sus demandas.
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