Con esta barrera de 5,5 metros de altura, Varsovia
pretende disuadir a los inmigrantes de entrar en su territorio, reprochando a
Minsk que permita su afluencia para "desestabilizar" la región.
Por
Cuba Impacto
Desde
el verano pasado, miles de inmigrantes y refugiados, en su mayoría de Oriente
Medio, cruzaron o intentaron cruzar la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
Occidente ha acusado al régimen bielorruso de orquestar esta afluencia con su
aliado ruso, como parte de un ataque “híbrido”, lo que Minsk niega.
En
respuesta, Polonia ha establecido una zona de exclusión a lo largo de esta
frontera para los no residentes, incluidos los trabajadores humanitarios y los
medios de comunicación. Allí envió miles de soldados y policías, puso en marcha
la construcción de la barrera y aprobó una ley que autoriza la devolución de
migrantes a Bielorrusia, una práctica condenada por los organismos
internacionales y la justicia.
Más de 186 kilómetros, 350 millones de euros
"La barrera que hemos construido nos separa de la oscura dictadura del líder bielorruso Alexander Lukashenko", dijo el ministro polaco del Interior, Mariusz Kaminski. Bielorrusia "comparte la responsabilidad de la agresión de Rusia contra Ucrania", insistió, hablando frente a la valla de la ciudad fronteriza de Kuznica. El muro, de 5,5 metros de altura, se extiende a lo largo de 186 kilómetros y se calcula que costó 350 millones de euros.
Polish wall v Belarus. Mexico must have paid for it. #trump #poland #mexico pic.twitter.com/o4RpH9dFIe
— Keith Smith (@smithkei) June 30, 2022
Al
menos una docena de personas murieron en la frontera entre Polonia y
Bielorrusia donde, durante el invierno, los inmigrantes y refugiados, muchos de
los cuales huían de la guerra y la pobreza en Oriente Medio, se enfrentaron a
condiciones extenuantes y heladas.
“Expulsión y riesgo de malos tratos”
El
jueves, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó a Polonia en dos
casos separados de devolución de solicitantes de asilo chechenos en la frontera
con Bielorrusia. En particular, el Tribunal falló a favor de una familia de
siete rusos de Chechenia, incluidos cuatro niños menores, que se habían
presentado dieciséis veces en la frontera. Los guardias fronterizos polacos
rechazaron sus solicitudes de asilo y los enviaron de regreso a Bielorrusia,
"con el riesgo de deportación y malos tratos en Chechenia", escribe
el TEDH.
Los
demandantes destacaron el carácter “degradante” del trato infligido por las
autoridades polacas y recordaron la prohibición de expulsión colectiva de
extranjeros, consagrada en el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Desde la
invasión rusa de Ucrania, Polonia, por otro lado, ha abierto sus fronteras a
los refugiados ucranianos.
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