Los líderes turco, ruso e iraní se reunieron en
Teherán este martes en una cumbre tripartita para discutir las operaciones
militares contra los kurdos en Siria.
Por Cuba Impacto
El
presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mostró este martes su determinación de
continuar "pronto" sus operaciones militares contra los kurdos en
Siria, durante una cumbre tripartita en Teherán con sus homólogos ruso e iraní.
“Debe
quedar claro para todos que no hay lugar en la región para los movimientos
terroristas separatistas y sus compinches. Pronto continuaremos nuestra lucha
contra las organizaciones terroristas”, advirtió el jefe de Estado turco, que
considera a los combatientes kurdos como “terroristas”.
Irán,
Turquía y Rusia han apoyado implícitamente en su declaración conjunta a Ankara
en su lucha contra los kurdos, indicando "rechazar todas las iniciativas
ilegítimas de autodeterminación". Ellos "mostraron su voluntad de
oponerse a las ambiciones separatistas que podrían socavar la soberanía y la
integridad de Siria" y amenazar la seguridad de los países vecinos con
"ataques e infiltración transfronterizos". Desde la apertura de la
cumbre, el presidente turco, que lleva varios meses amenazando con intervenir
en el norte de Siria, marcó la pauta pidiendo a Rusia e Irán que le apoyen en
su lucha contra el "terrorismo" en Siria.
Había
denunciado a las milicias kurdas que suponen un grave problema tanto para Irán
como para Turquía. “El terrorismo (de las organizaciones kurdas) constituye una
amenaza para todos nosotros”, pero “todavía no se ha producido su retirada a 30
km de nuestras fronteras”, ha lamentado. Poco antes, el líder supremo iraní, el
ayatolá Ali Khamenei, había subrayado la oposición de su país a una posible
operación militar turca en Siria, considerándola "perjudicial" para
la región.
La
cumbre también fue una oportunidad para Irán y Rusia, ambos bajo sanciones
occidentales, para mostrar el fortalecimiento de su cooperación a largo plazo
en el sector del gas y el petróleo. “La cooperación a largo plazo entre Irán y
Rusia es muy beneficiosa para ambos países (…). Hay acuerdos y contratos entre
los dos países, incluso en los sectores del petróleo y el gas, que deben
perseguirse e implementarse por completo”, dijo un comunicado del ayatolá Ali
Khamenei.
Cooperación
El
presidente ruso, Vladimir Putin, que viaja por segunda vez fuera de su país
desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero, llegó este martes a Teherán para
dialogar con sus homólogos iraní y turco sobre esta guerra pero también sobre
el conflicto en Siria. Vladimir Putin consideró este martes "útiles"
las conversaciones trilaterales en Teherán con sus homólogos.
“La
reunión fue útil y muy instructiva (…) discutimos los puntos clave de nuestra
coordinación con respecto a Siria”, declaró al final de las discusiones,
durante un discurso transmitido por la televisión rusa, invitando a sus dos
homólogos a ir a Rusia para una nueva reunión sobre este tema “antes de fin de
año”. Esta cumbre se produce unos días después de la gira del presidente
estadounidense Joe Biden por Oriente Medio.
El tema de los cereales
La
cumbre es una oportunidad para que Erdogan se reúna con Putin por primera vez
desde el comienzo de la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Turquía,
miembro de la OTAN, ha intentado mantener el contacto con los dos países,
ofreciéndose a mediar en varias ocasiones. Sobre la cuestión de la exportación
de cereales de Ucrania a través del Mar Negro, el presidente ruso habló de
progreso y agradeció a Erdogan.
"Me
gustaría agradecerles sus esfuerzos de mediación, por haber ofrecido a Turquía como
campo de negociación sobre los problemas de la producción de alimentos, los
problemas de la exportación de cereales a través del Mar Negro", indicó
Vladimir Putin según declaraciones transcritas en un comunicado del Kremlin.
El
otro tema sensible de esta cumbre es el de la energía nuclear iraní. Rusia
participa en las conversaciones que comenzaron hace más de un año entre Irán y
las principales potencias para reactivar el acuerdo internacional de 2015 sobre
el programa nuclear de Irán, que permite el levantamiento de las sanciones
contra Teherán a cambio de restricciones en sus actividades nucleares. Estas
discusiones han estado estancadas desde marzo. El jueves, durante su viaje a
Israel, Joe Biden firmó un pacto de seguridad con el primer ministro israelí,
Yair Lapid, comprometiéndose Estados Unidos a nunca permitir que Irán adquiera
armas nucleares.
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