El domingo por la noche, los puntos de cruce entre
Kosovo y Serbia en Jarinje y Brnjak fueron bloqueados por muchos vehículos en
protesta por las nuevas normas de tránsito entre los dos países.
Por
Cuba Impacto
El
Gobierno de Kosovo ha decidido aplazar un mes la entrada en vigor de las nuevas
normas en la frontera con Serbia que el domingo habían provocado tensiones en
el norte del país, donde se levantaron barricadas y hubo disparos contra la
policía.
El
aplazamiento se anunció en un comunicado del gobierno tras una reunión con el
embajador de Estados Unidos en Kosovo, Jeffrey Honevier. Las nuevas reglas, que
debían entrar en vigor este lunes, establecen que cualquier persona que ingrese
a Kosovo con una tarjeta de identidad serbia tiene un documento temporal
mientras se encuentra en el país.
Pristina
también dio a los serbios de Kosovo dos meses para reemplazar las placas de
matrícula serbias en sus vehículos con placas de la República de Kosovo. El
primer ministro Albin Kurti dijo el domingo que se trata de una medida de
reciprocidad, en la medida en que Serbia -que no reconoce la independencia de
su antigua provincia de mayoría albanesa proclamada en 2008- exige lo mismo a
los kosovares que entren en su territorio.
Estas
medidas habían despertado este domingo fuertes tensiones en el norte de Kosovo,
donde vive una minoría serbia. La policía de Kosovo dijo que les dispararon,
sin heridos, y se erigieron barricadas en las carreteras que conducen a Serbia.
Ambos cruces fueron cerrados al tráfico. En su comunicado, el gobierno kosovar
exigió este lunes que "se levanten todas las barricadas y se restablezca
la total libertad de movimiento".
Camiones bloquearon la frontera
El
jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, elogió la decisión de Pristina en
un tuit el domingo por la noche y pidió el "levantamiento inmediato de
todos los obstáculos". El domingo por la noche, cientos de serbokosovares
concentraron camiones, camiones cisterna y otros vehículos pesados en las
carreteras que conducen a los cruces de Jarinje y Brnjak, señaló un periodista
de la AFP.
Los
serbios de Kosovo no reconocen la autoridad de Pristina ni la independencia de
Kosovo y siguen siendo leales a Belgrado, de la que dependen económicamente. En
un discurso a la nación el domingo, el presidente serbio, Aleksandar Vucic,
dijo que la situación en Kosovo "nunca había sido más compleja" para
Serbia y los serbios que viven allí. "La atmósfera ha estado
hirviendo", dijo Aleksandar Vucic, y agregó que "Serbia ganará"
si los serbios son atacados.
Por
su parte, Albin Kurti acusó a Aleksandar Vucic de generar
"problemas". “Las próximas horas, días y semanas pueden ser difíciles
y problemáticas”, escribió el primer ministro kosovar en Facebook. El pasado
mes de septiembre, el norte de Kosovo fue escenario de fuertes tensiones tras
la decisión de Pristina de prohibir las matrículas serbias en su territorio,
con manifestaciones diarias y bloqueos de tráfico en ambos pasos fronterizos.
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