El informe hace referencia a los “centros de educación
y formación profesional” en Xinjiang, en los que las minorías son “detenidas y
sometidas a prácticas laborales”.
Por Cuba Impacto
Las
minorías étnicas de la región china de Xinjiang son obligadas a realizar
trabajos forzados, lo que podría constituir un crimen contra la humanidad,
según un informe de un experto independiente de la ONU.
Xinjiang
(noroeste), tan grande como tres veces el tamaño de Francia, ha sido
monitoreada draconianamente durante años por las autoridades chinas. Estos
últimos acusan a los separatistas e musulmanes uigures -principal grupo étnico
de la región- de cometer regularmente sangrientos ataques contra civiles.
Estudios
occidentales acusan a Pekín de haber internado allí, como parte de su
represión, a más de un millón de uigures y miembros de otras etnias musulmanas
en “campos de reeducación”, incluso de imponerles “trabajos forzados” o
“esterilizaciones forzadas”. Estados Unidos y varios países evocan un
"genocidio", que Pekín niega con vehemencia. En un informe publicado
el martes 16 de agosto, el relator especial de las Naciones Unidas sobre las
formas contemporáneas de la esclavitud, sin embargo, informa de "dos
sistemas" organizados por el Estado chino y donde se practica el trabajo
forzoso, particularmente en la agricultura y la industria manufacturera.
El
autor del informe, Tomoya Obokata, indica que se basa en el trabajo de think
tanks, informes de ONG, testimonios de víctimas pero también explicaciones del
gobierno chino. El informe hace referencia a los “centros de educación y
formación profesional” en Xinjiang, en los que las minorías son “detenidas y
sometidas a prácticas laborales”. Describe un programa de reducción de la
pobreza basado en la “transferencia de mano de obra” local. “Estos programas
pueden crear oportunidades de trabajo para las minorías y mejorar sus ingresos”,
señala el relator especial. Pero "el alcance de los poderes ejercidos
sobre los trabajadores interesados (…) puede en algunos casos equivaler a
esclavitud”, señala.
"Mentiras"
El
documento hace referencia a “vigilancia excesiva” de los empleados, “restricciones
a la circulación mediante internamiento”, “amenazas, violencia física y/o
sexual y otros tratos inhumanos y degradantes”. Sin embargo, esto “merece un
mayor análisis independiente”, señala el informe. Cuando se le pidió que
reaccionara, un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, acusó al autor de
escuchar "mentiras e información falsa sobre Xinjiang fabricada por
Estados Unidos, algunos países occidentales y fuerzas anti-chinas". Los
relatores especiales son expertos independientes designados por el Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, pero no hablan en nombre del organismo global.
Durante
una rara visita a China en mayo, Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la
ONU para los Derechos Humanos, llamó a Beijing a evitar medidas
"arbitrarias" en Xinjiang, al tiempo que denunció "actos
violentos de 'extremismo' en la región". El mes pasado, el presidente
chino, Xi Jinping, visitó Xinjiang por primera vez desde 2014. El hombre fuerte
de Beijing elogió el progreso socioeconómico de la región durante una visita a
la capital regional, Urumqi.
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