Por primera vez desde 1972, un cohete impulsará una
cápsula habitable en órbita alrededor de la Luna, antes de regresar a la
Tierra. Un primer paso hacia el regreso de los astronautas al satélite.
Por
Cuba Impacto
El
director de vuelo de la NASA, Rick LaBrode, coordinará una misión espacial
histórica a finales de mes: la primera del programa que marcará el regreso de
los estadounidenses a la Luna. "He trabajado aquí durante 37 años y es lo
más emocionante de lo que he sido parte", dice. El día antes del despegue,
"no voy a poder dormir mucho, eso seguro", dice frente a las decenas
de pantallas de la sala de control de vuelo en Houston, Texas.
Por
primera vez desde la última misión Apolo en 1972, un cohete, el más poderoso
del mundo, impulsará una cápsula habitable en órbita alrededor de la Luna,
antes de regresar a la Tierra. A partir de 2024, los astronautas embarcarán
para realizar el mismo viaje, y al año siguiente (como pronto), volverán a
pisar la Luna.
Para
esta primera misión de prueba de 42 días, denominada Artémis 1, una decena de
personas estarán en todo momento en la sala del famoso “Mission Control
Center”, modernizado para la ocasión. Los equipos han estado ensayando el plan
de vuelo durante tres años. “Puedo decirles que mi corazón dirá 'bam bam, bam
bam', pero me aseguraré de mantenerme concentrado”, resume Brian Perry, quien
estará en la consola a cargo de la trayectoria justo después del lanzamiento.
Piscina lunar
Todo
el Centro Espacial Johnson en Houston está en tiempo lunar. En medio de la
enorme piscina de más de 12 metros de profundidad donde entrenan los
astronautas, se ha corrido una cortina negra. Por un lado sigue estando la
réplica sumergida de la Estación Espacial Internacional. Por otro lado, se crea
gradualmente un ambiente lunar en el fondo de la cuenca.
“Empezamos
a poner arena en el fondo de la piscina hace solo unos meses. Las rocas grandes
llegaron hace dos semanas”, explica Lisa Shore, subdirectora de este
Laboratorio de Flotabilidad (NBL). En el agua, los astronautas pueden
experimentar una sensación cercana a la ingravidez. Para el entrenamiento
lunar, se les carga para que sólo sientan una sexta parte de su peso corporal.
"Una nueva edad de oro"
Desde
una habitación sobre la piscina, son guiados de forma remota, con el desfase de
cuatro segundos al que se enfrentarán en la Luna. Seis astronautas ya se han
entrenado allí, y seis más lo seguirán a fines de septiembre, vistiendo los
nuevos trajes lunares de la NASA por primera vez. Los entrenamientos en el agua
pueden durar hasta seis horas. “Es como correr un maratón, dos veces, pero con
las manos”, dice el astronauta de la NASA Victor Glover.
En
otros lugares, una réplica de la cápsula, con un volumen de 9 metros cúbicos
para cuatro pasajeros, se utiliza para ensayos a tamaño real. Los astronautas
“hacen mucho entrenamiento de evacuación de emergencia aquí”, muestra Debbie
Korth, subdirectora de proyectos de Orion, en la que ha trabajado durante más
de diez años. En todo el centro espacial, "la gente está emocionada",
dice ella. Para la NASA, "ciertamente, creo que es una nueva edad
dorada" que está comenzando.
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