Según él, la dirección amenazó con hacer de esta cárcel
"su residencia permanente" si no cambiaba de actitud.
Por
Cuba Impacto
El
opositor y activista anticorrupción Alexey Navalny, encarcelado desde hace un
año y medio en Rusia, dijo el lunes que había sido puesto en una celda
disciplinaria tras haberse comprometido a formar un sindicato de presos. “Hola
a todos desde el mitard. La lucha sindical nunca es fácil, pero entonces, ¿qué
pasa con los sindicatos en la cárcel?”, escribió en una publicación en las
redes sociales.
Dice
que lo pusieron en confinamiento solitario durante tres días por romper las
reglas al desabotonarse la parte superior de su traje de convicto. Según él, la
dirección amenazó con hacer de esta cárcel "su residencia permanente"
si no cambiaba de actitud.
Describe
su celda como un "nicho de hormigón" con una silla, una cama
retráctil, un fregadero y "un agujero en el suelo". En este momento,
hace “mucho calor”. “Por la noche te sientes como un pez tirado en la orilla”,
escribe Navalny. “Soy un modelo de consumo responsable. En mi celda solo hay
una taza y un libro. Solo dan una cuchara y un plato a la hora de comer”, dice,
con su habitual ironía.
Dos
cámaras lo observan. Las visitas y el correo están prohibidos. Una hora de
caminata al día "en una celda similar, pero con un poco de cielo".
Dice que tiene derecho a papel y bolígrafo todos los días durante una hora y
quince minutos. “Estoy sentado en mi banco de hierro frente a mi mesa de
hierro. Estoy escribiendo este mensaje y voy a escribir instrucciones para los
zeks (prisioneros rusos) sobre su derecho a trabajar, siempre y cuando no me
quiten el papel”.
La
semana pasada, Alexey Navalny, de 46 años, afirmó haber iniciado un sindicato
en su prisión cerca de la ciudad de Vladimir, a 200 km al este de Moscú, donde
trabaja en un taller de costura. Afirma haber conseguido "su primera
victoria" al sustituir los taburetes de los reclusos que trabajaban en el
taller por sillas.
En
marzo, Alexey Navalny fue condenado a nueve años de prisión en un régimen
"severo" por cargos de malversación de fondos que considera
ficticios. Fue detenido en enero de 2021, a su regreso a Rusia tras ser
atendido en Alemania tras un grave envenenamiento que atribuye al Kremlin, el
cual éste niega.
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