Muerte de Isabel II: Nada más anunciarse el fallecimiento de la reina, todo un programa está listo para la siguiente etapa

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Desde 1960 se prevé un protocolo específico para la muerte del monarca. Su nombre en clave: "London Bridge is down".

Por Cuba Impacto

Desde la década de 1960, el gobierno británico y los medios de comunicación han preparado y anticipado el fallecimiento de la Reina, que tienen anuncios pregrabados y tomas de retratos de la vida y muerte de Isabel II. La noche de este jueves, alrededor de las 18:30 hora local, en BBC One, la presentadora, vestida con un traje negro, anunció la muerte de la reina. Luego sonó el himno del Reino Unido “Dios salve a la Reina” con un retrato de la monarca. En el futuro será necesario llamar al himno “Dios salve al Rey”.

Según el escenario previsto tras la muerte de la reina, fue su secretario privado quien fue informado primero. En los minutos que siguieron, este último telefoneó a la Primera Ministra y le dio el nombre en clave "El puente de Londres ha caído" para anunciar la muerte. El Foreign Office tenía la tarea de transmitir la noticia a las 36 naciones de la Commonwealth. La noticia fue transmitida casi de inmediato por Associated Press a todos los demás medios de todo el mundo. No fue por tanto la BBC la que tuvo la primera de las informaciones, como había sido hasta entonces (la radio había anunciado la muerte de Jorge VI, cuatro horas después de su fallecimiento, el 6 de febrero de 1952). Estos pasos se describen en Wikipedia y fueron transmitidos por el sitio Politico el año pasado.

Medios listos

Una vez que se notificó a los medios, se esperaba que un ayudante de cámara vestido de luto saliera del Palacio de Buckingham para fijar un letrero negro que indicaba la muerte de Su Majestad en las puertas. Al mismo tiempo, el sitio web del Palacio se convirtió en una sola página en negro, con el mismo texto y la foto de la Reina. Los presentadores de televisión británicos adoptaron entonces el mismo código de vestimenta (trajes negros y corbatas) para anunciar simultáneamente la muerte de Isabel II.

En los estudios de las radios musicales, las luces tenían que empezar a parpadear para que los presentadores se dispusieran a cambiar a las noticias y no poner música demasiado alegre mientras esperaban. Cada estación ya ha preparado listas de reproducción compuestas por pistas tristes y melancólicas. El país entrará entonces en un período de duelo nacional de doce días.

Nuevo rey proclamado el viernes

Se espera que su sucesor, el príncipe Carlos, pronuncie su primer discurso como rey del Reino Unido la misma noche de la muerte de su madre, y luego se espera que sea proclamado oficialmente rey el viernes a las 11 a. m. en el salón principal del Santo Palacio James, pero su coronación no se producirá hasta los meses siguientes. El orden de sucesión al trono cambiará. El Príncipe William pasará a ser el primero en la línea de sucesión, y heredará el título de Príncipe de Gales, mientras que su hijo, George, pasará a ocupar el segundo puesto, justo por detrás de su padre.

Cuando se anunció la noticia de la muerte de la Reina, se esperaba que los miembros de ambas Cámaras del Parlamento fueran retirados. Habiendo muerto la soberana en Escocia, su cuerpo será repatriado a la sala del trono del Palacio de Buckingham.

Funeral nueve días después de su muerte

El funeral oficial de la Reina tendrá lugar nueve días después de su muerte. Mientras tanto, sus restos estarán expuestos en el Palacio de Westminster durante 23 horas del día. Esto debería permitir que medio millón de personas vengan y presenten sus respetos. La ceremonia fúnebre tendrá lugar en la Abadía de Westminster. A continuación, las campanas del Big Ben sonarán a las nueve.

Cuando el ataúd ingrese a la abadía, el país suspenderá toda actividad. Los comercios cerrarán, las estaciones dejarán de hacer anuncios, los autobuses se detendrán y los conductores saldrán a la calle. Luego, la reina Isabel II será enterrada en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, junto a su padre, Jorge VI, su esposo, el Príncipe Felipe, y todos sus predecesores.

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