Maltratado por la contraofensiva ucraniana, humillado
por la explosión del puente en Crimea, Putin contraataca con misiles sobre las
ciudades. ¿Cómo puede reaccionar Occidente?
En Cuba
son muchos los que siguen la guerra en Ucrania día tras día. Desde finales de
agosto, esto ha estado marcado por la evolución de la línea del frente a favor
de los ucranianos con la reconquista de Kharkiv y su región, luego la de Lyman.
La semana pasada, fue el impulso de las fuerzas ucranianas para retomar la
ciudad de Kherson lo que llamó la atención de los observadores. Y luego, el
sábado, la explosión del puente que conecta Rusia con Crimea, cuyos
instigadores se desconocen, se sintió como un insulto al presidente Vladimir
Putin.
Como
suponían no pocos, la respuesta no se hizo esperar. Este lunes por la mañana,
las fuerzas rusas, que tienen un nuevo comandante, el general Sergei Surovikin,
lanzaron misiles hacia Kiev y otras ciudades ucranianas, incluida Lviv en el
oeste. Estos ataques, lejos de la línea del frente, se dirigen principalmente a
la infraestructura civil y siembran el terror entre los habitantes. El
conflicto cambió claramente de dimensión este lunes, ya que Rusia decidió lavar
los desaires de los últimos tiempos y dar un paso adelante en la violencia.
Para
entender esto hay que tener en cuenta que Vladimir Putin ganó en Chechenia y
Siria practicando la destrucción masiva del adversario sin tener en cuenta a
las poblaciones. ¿Llegará a ese extremo con Ucrania? Según el ex presidente
Dmitry Medvedev, los aproximadamente 80 misiles enviados este lunes son solo el
comienzo: "El primer episodio se ha desarrollado, dijo, habrá otros".
¿Permitirán los occidentales que suceda si los rusos tienen la intención de
martirizar Kiev y otras ciudades del país, como Grozny en 2000 o Alepo en 2016?
Estos próximos días, estas próximas semanas, van a ser cruciales.
Estancamiento total
Lo
que lamentablemente debemos señalar hoy es el punto muerto diplomático total en
el que se encuentra este conflicto. Por un lado, Vladimir Putin anexó los
cuatro territorios del sureste de Ucrania, que se supone pertenecen a Rusia
para siempre. Por otro, Volodymyr Zelensky repite incansablemente que
restaurará todo el territorio ucraniano, incluida Crimea. En esta
configuración, no vemos la sombra del comienzo de una solución pacífica para
las próximas semanas o meses.
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