Ansioso
por evitar otra crisis, además de la invasión rusa a Ucrania, con el
lanzamiento de misiles desde Pyongyang, Estados Unidos busca asegurar a sus
aliados que los defenderá.
Por
Charly Menéndez Castillo
Tras la serie récord de disparos de Corea del Norte la semana pasada, Estados Unidos se apega a su estrategia de combinar presión y ofertas de diálogo, resignado a la idea de que le costará convencer a Pyongyang de cambiar de rumbo. Corea del Norte, cuyo líder, Kim Jong-un, se reunió tres veces con el antecesor de Joe Biden, Donald Trump, sin llegar a un acuerdo, disparó alrededor de 30 misiles el miércoles y jueves, luego cuatro más el sábado. Pronto podría proceder, según Occidente, a una séptima prueba nuclear.
Please join @USIP on Fri Nov. 4 at 1:00pm for a virtual roundtable on the tensions between #Japan and #SouthKorea and new approaches to resolving them. Great speakers: Alexis Dudden, @DCSneider, Tim Webster, Nathan Park, and Jonathan Berkshire Miller. https://t.co/9wtbzgW1QS
— Frank Aum (@frankaum1) October 26, 2022
“No
creo que podamos hacer nada para detener a Corea del Norte”, dice Sue Mi Terry,
exanalista a cargo de la península de Corea para la CIA, ahora directora de
estudios asiáticos en Woodrow Wilson International Center for Scholars. “No
pudieron llegar a ningún acuerdo con Trump, entonces, ¿qué van a obtener de la
Administración Biden? Ellos saben eso. Lo único que pueden hacer es llevar su
programa de armas al siguiente nivel”.
No hay voluntad en Pyongyang
Estados
Unidos reaccionó a los últimos acontecimientos ampliando sus ejercicios
militares con Corea del Sur y desplegando un bombardero supersónico capaz de
transportar armas nucleares. También se espera que Joe Biden brinde un fuerte
apoyo a los líderes de Corea del Sur y Japón en las cumbres en el sudeste
asiático este mes.
Asimismo
tiene previsto reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, quien se unió a
Rusia para vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en mayo
destinada a endurecer las sanciones contra Corea del Norte.
La
embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield,
criticó durante una reunión de emergencia el viernes el papel de Pekín y Moscú
en la actitud norcoreana, pero también reafirmó la voluntad de la
Administración Biden de comprometerse con el Estado totalitario. Según
funcionarios estadounidenses, Corea del Norte no ha mostrado voluntad de
negociar.
“Mucho hastío”
En
cuanto a Joe Biden, que está centrado en Ucrania y que podría perder el control
del Congreso en las elecciones intermedias, la discusión con Corea del Norte
presenta altos riesgos y pocas posibilidades de éxito. La Administración
estadounidense "realmente no quiere involucrarse frente a Corea del
Norte", asegura Frank Aum, exasesor del Pentágono en la materia, evocando
"mucho hastío" en este expediente.
Joe
Biden podría, según Frank Aum, hacer un gesto para aliviar las tensiones, como
una relajación de las sanciones o una moratoria en el despliegue de nuevos
medios militares, pero esto sería visto "como una recompensa por el mal
comportamiento" de Pyongyang. “Sin embargo, los hechos muestran claramente
que Corea del Norte no reacciona favorablemente a las presiones y que tiende,
por el contrario, a comportarse mejor cuando dialogamos”, analiza. Es poco
probable que la estrategia de Joe Biden de confiar en China tenga éxito, dijo
el analista, y Pekín "está totalmente en desacuerdo con este enfoque"
de las presiones.
Un cambio de actitud enviaría una señal preocupante
El
investigador Jeffrey Lewis del Instituto de Estudios Internacionales de
Middlebury dijo el mes pasado en un artículo de opinión en el "New York
Times" que Estados Unidos esencialmente ya había aceptado el hecho de que
Pyongyang nunca renunciaría a su arsenal nuclear, y que los esfuerzos ahora
deberían concentrarse en la mejor manera de limitar los riesgos. "Es hora
de limitar las bajas, enfrentar la realidad y tomar medidas para limitar el
riesgo de guerra en la península de Corea", escribió.
El
Departamento de Estado ha reafirmado que el objetivo de Estados Unidos sigue
siendo la "desnuclearización completa", y algunos expertos han
indicado que un cambio en la actitud de Estados Unidos enviaría una señal
preocupante, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, amenaza en parte con
usar armas nucleares en Ucrania. "No traería nada y provocaría el pánico
entre los aliados", dijo Victor Cha, vicepresidente a cargo de Asia en el
Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington y exasesor del
presidente George W. Bush.
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