Jonathan, la tortuga más vieja del mundo, cumple 190 años

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Jonathan nació oficialmente en 1832, extraoficialmente tal vez antes. En su isla de Santa Elena, donde Napoleón terminó sus días, la tortuga tendrá derecho a sus verduras favoritas y un pastel.

Por Abu Duyanah

Jonathan, la tortuga más vieja del mundo, cumple 190 años en la isla de Santa Elena, un territorio británico en el océano Atlántico, donde los residentes celebran el aniversario desde este viernes. "Cuando lo piensas, si nació en 1832 -la época victoriana-, Dios mío, los cambios que ha habido en el mundo desde entonces", reflexiona Joe Hollins, el veterinario jubilado de la isla que cuida de la tortuga. "Las guerras mundiales, el ascenso y la caída del Imperio Británico, los gobernantes, reyes y reinas que han ido y venido, ¡es bastante extraordinario!"

Con al menos 190 años, Jonathan es la tortuga más vieja jamás registrada y el animal terrestre vivo más viejo. A principios de año, entró en el “Libro Guinness de los Récords”. El animal vive en Santa Elena desde 1882 y su edad es solo una estimación. Una foto tomada a su llegada a la isla muestra que ya tenía al menos 50 años en ese momento, pero seguramente es mayor.

Con los "niños" en casa del gobernador

El animal ha visto ir y venir a 35 gobernadores en este territorio británico de ultramar, pero faltó Napoleón, que estuvo exiliado en la isla desde 1815 hasta su muerte en 1821. Ahora vive en la Casa de Gobierno junto a David, Emma y Fred, tortugas mucho más jóvenes.

“Lo escucho regularmente en el césped retozando con Emma. Pero tengo que vigilarlos cuando entran en acción, porque las tortugas pueden darse la vuelta y no levantarse. ¡No estaba en la descripción de mi trabajo! había asegurado en 2017 la entonces gobernadora, Lisa Phillips.

Sin vista ni olfato, pero con el oído intacto

Para celebrar el aniversario, los habitantes de Santa Elena organizaron, desde este viernes, tres días de festejos en casa del gobernador de la isla, quien lo alimentará el sábado con sus vegetales favoritos. Y el domingo, Jonathan -ciego, sin olfato, pero con el oído intacto- tendrá derecho a una tarta de cumpleaños.

Se ha creado un sello especial para celebrar al habitante más famoso de esta isla de 4500 almas. Ya está en monedas de cinco centavos y sellos de inmigración.

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