Separado de sus hermanos y hermanas durante una tormenta, el pequeño solo fue encontrado por un piloto de avión después de una intensa búsqueda, hambriento pero vivo a pesar de los depredadores.
Por Cuba Impacto
El 28 de noviembre, un niño de 4 años cuidaba ganado con sus hermanos y hermanas mayores no lejos de Asa, en el sureste de Kenia. Se desató una tormenta y el niño se vio separado de su familia durante las lluvias torrenciales.
Como no lo encontraron ni regresó a casa al día siguiente, el líder de la comunidad apeló a Sheldrick Wildlife Trust, una asociación que se ocupa en particular de la protección de los elefantes. Había oído que ella había encontrado a un niño perdido unos días antes gracias a su avión.
Manadas de hienas y chacales
Fue así como el piloto partió en busca del pequeño, mientras 70 miembros de la comunidad continuaban con sus operaciones en el campo, según retransmitió el “Daily Mail”. Se habían visto rastros del niño a 7 km del pueblo, pero se habían desvanecido debido a las lluvias. El piloto recorrió el área y solo vio manadas de hienas y chacales, lo que aumentó la urgencia de encontrar al niño.
Pasaron los días, la búsqueda continuaba, sin éxito. El único consuelo era saber que, habiendo llovido lo suficiente, el niño encontraría agua para beber. El quinto día después de la desaparición del pequeño, el piloto fue informado por la noche que se habían descubierto rastros a 15 km del pueblo. A la mañana siguiente, corrió allí con su avión. Después de una hora y media de búsqueda del personal de tierra, sin éxito, ocurrió el milagro.
"En mi ala izquierda, vi una pequeña figura debajo de mí rodeada por una masa de arbustos y árboles", escribió Roan Carr-Hartley en el sitio web de la organización. No podía creer lo que veía, pero allí estaba él: un niño pequeño rodeado de una naturaleza abundante. Me sorprendió que todavía estuviera vivo y caminando. El niño primero se alejó del avión y luego comenzó a dar vueltas bajo los arbustos y árboles. Obviamente tenía hipoglucemia y tropezó mientras caminaba”.
Extremadamente débil
Luego, el piloto vio al grupo de búsqueda y finalmente les hizo saber que había encontrado al niño y les mostró dónde estaba. “Comenzaron a correr. Finalmente alcanzaron al chico, que todavía estaba paralizado por la incredulidad de que su terrible experiencia había terminado. Al llegar a él, lo levantaron sobre sus hombros y comenzaron a vitorear.
Llevado a casa, el niño fue rehidratado y le pusieron un suero intravenoso. Su cuerpo estaba cubierto de picaduras de mosquitos, arañazos de arbustos espinosos, y sus pies estaban ampollados y heridos con espinas y cortes. Estaba extremadamente débil.
El piloto recibió una cabra como agradecimiento y supo unos días después que el niño estaba completamente recuperado luego de que sus padres agregaran Roan a su nombre en honor al piloto. Los amigos del pequeño lo han apodado "Piloto".
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