Estas pérdidas son las más grandes en un solo ataque que Moscú ha admitido desde que comenzó la invasión de Ucrania hace casi un año. Kiev afirmó haber llevado a cabo el ataque.
Por Cuba Impacto
Rusia reconoció este lunes la muerte de 63 de sus soldados en Ucrania, asesinados en un ataque en territorio separatista en el este del país, las mayores pérdidas en un solo ataque admitidas por Moscú desde el inicio de la invasión, teniendo el ejército sólo en muy raras ocasiones dado una evaluación de su ofensiva o comunicado sobre sus pérdidas.
El estado mayor ucraniano confirmó haber hecho este ataque, realizado según él antes del Año Nuevo el 31 de diciembre. "Se están especificando las pérdidas en términos de personal para los ocupantes", dijo el estado mayor ucraniano este lunes por la noche, después de que el ejército mencionara inicialmente hasta 400 soldados rusos muertos.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los soldados murieron en la explosión de "cuatro misiles" disparados por los sistemas HIMARS, un arma suministrada por Estados Unidos a las fuerzas ucranianas. Estos misiles tenían como objetivo "un centro de despliegue temporal" del ejército ruso en Makiivka, una ciudad bajo ocupación rusa ubicada al este del bastión separatista de Donetsk, dijo el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov. El ministerio también afirmó haber derribado dos de los seis misiles disparados contra este objetivo en Makiivka.
Vispera de Año Nuevo
El domingo, los medios rusos y ucranianos comenzaron a informar sobre el ataque, diciendo que había tenido lugar durante la noche del sábado al domingo y que un edificio donde se encontraban los reservistas movilizados recientemente en Rusia había sido atacado.
El anuncio de este paro se produce tras un Año Nuevo marcado por los bombardeos rusos sobre Kiev y otras ciudades el sábado, domingo y lunes, que dejaron cinco muertos y medio centenar de heridos. En la madrugada del lunes, los ataques provocaron cortes de energía en Kiev. El operador DTEK anunció que el ataque había infligido "daños" a la infraestructura vinculada al suministro eléctrico de la capital y que, por lo tanto, debería imponer cortes de emergencia.
Zelensky dice que los rusos "están perdiendo"
Las autoridades rusas informaron este lunes de un ataque con drones ucranianos contra una instalación eléctrica en la región de Bryansk, fronteriza con Ucrania, y afirmaron haber derribado un dron de reconocimiento ucraniano que se dirigía esta vez hacia la gran ciudad de Voronezh. "Una instalación que proporciona electricidad resultó dañada durante este ataque, un pueblo está sin electricidad", dijo el gobernador Alexandre Bogomaz. Moscú había asegurado que sus ataques de Año Nuevo tenían como objetivo las instalaciones de fabricación de drones.
Los rusos “están perdiendo. Drones, misiles y todo lo demás no los ayudará. Porque estamos juntos”, reaccionó el domingo por la noche el presidente Volodymyr Zelensky. “Y no le quitarán un solo año a Ucrania, no le quitarán nuestra independencia. No les daremos nada. Respondemos a cada ataque ruso (…) en todas nuestras ciudades y comunidades”, dijo.
Grandes pérdidas en ambos lados
Las autoridades separatistas prorrusas en el este de Ucrania informaron de bombardeos ucranianos antes y después de la víspera de Año Nuevo que dejaron al menos un muerto y 15 heridos. El ejército ruso también declaró el domingo que continuaba su ofensiva en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, donde actualmente se concentra la mayor parte de los combates. El estado mayor de las fuerzas ucranianas, en este sentido, subrayó el domingo por la noche que "el enemigo (...) continuó intentando ataques en el sector de Bakhmout", el punto más caliente del frente, donde los dos campos están sufriendo fuertes pérdidas.
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