En Ottawa, el Canal Rideau es una leyenda. Cada invierno, se necesitan entre -10 y -20 grados para que se congele lo suficiente a lo largo de sus 7,8 kilómetros. Sin embargo, este año, las temperaturas son apenas negativas.
Por Cuba Impacto
Es
uno de los lugares icónicos de Canadá. Sin embargo, el Canal Rideau, la pista
de patinaje más grande del mundo y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO,
corre el riesgo, por primera vez en su historia, de no poder abrir. La razón:
un invierno que fue demasiado suave.
Con
temperaturas anormalmente altas en diciembre y enero, a veces apenas heladas,
Ottawa registrará su tercer invierno más cálido, informan las autoridades.
"Este año, la Madre Naturaleza nos envía un desafío: con el clima
templado, es difícil construir un buen hielo sólido", dice Bruce Devine,
gerente de la pista de hielo de Ottawa.
Hielo “poroso”, de “mala calidad”
Para
que este canal, que se extiende por debajo de los principales monumentos de la
capital canadiense (Parlamento, Senado, Universidad, etc.) sea transitable, el
mercurio debe permanecer entre -10 y -20 grados durante casi dos semanas.
“Actualmente, en varios lugares, el hielo es poroso y de mala calidad”, lamenta
el gerente, mientras inspecciona un segmento de la pista que aún espera poder abrir.
Generalmente
accesible desde finales de diciembre, durante uno o dos meses, la apertura del
canal se ha reducido gradualmente en los últimos años. En 2002, tuvimos que
esperar hasta el 2 de febrero para patinar allí. "Obviamente, estamos
viendo cada vez más los efectos del cambio climático" en Canadá, y el
canal es un "ejemplo de cómo está cambiando nuestro clima", lamentó
este martes el ministro canadiense de Medio Ambiente, Steven Guilbeault.
22.000 visitantes por día
"He
oído mucho sobre el canal", comparte Lani Simmons, de 46 años, de visita
desde las Bermudas. "Ojalá pudiera patinar sobre él, pero lo mejor que
puedo hacer ahora es mirarlo", dijo, volviéndose hacia el canal desierto.
Atravesando
el corazón de Ottawa durante más de 7,8 kilómetros, el Canal Rideau, un
verdadero símbolo de la historia canadiense, atrae a una media de 22.000
visitantes al día. "Es parte del ADN de los residentes", dice Bruce
Devine. Todos los inviernos, en principio, se dan cita allí turistas y
lugareños, que en ocasiones la utilizan, maletín en mano, para ir a trabajar.
Cañones de nieve y termosifones probados
En
un intento por preservar su tesoro invernal durante algunos años más, la ciudad
de Ottawa lanzó hace dos años una serie de estudios para "comprender mejor
la formación de hielo", explica Shawn Kenny, profesor de la Universidad
Carleton de Ottawa. “El objetivo no es necesariamente alargar la temporada,
sino intentar fomentar la formación de hielo para que en el futuro, cuando se
sientan los efectos del cambio climático, podamos disfrutar de este emblemático
lugar”.
Para
conseguirlo, junto a su equipo, está probando el efecto de los cañones de nieve
o incluso los termosifones, una herramienta utilizada en el Extremo Norte para
evitar que el permafrost se derrita bajo carreteras y edificios. A pesar de
estas innovaciones tecnológicas, el profesor reconoce que “finalmente
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