El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, despidió a su ministro de defensa el domingo después de que este pidió una pausa de un mes en el controvertido proceso de reforma judicial del gobierno.
Por Cuba Impacto
“El
primer ministro Benjamin Netanyahu ha decidido destituir al ministro de Defensa
Yoav Galant de su cargo”, dijo la Oficina del primer ministro en un breve
comunicado.
En
un discurso el sábado por la noche, Yoav Galant, que pertenece al mismo partido
de derecha que Benjamin Netanyahu, el Likud, dijo que temía que las continuas
divisiones entre la población sobre este tema crearan una "amenaza real
para la seguridad de Israel".
Benjamin
Netanyahu y sus aliados de extrema derecha y ultraortodoxos creen que este
proyecto de reforma es necesario para restablecer un equilibrio de poder
equilibrado entre los funcionarios electos y la Corte Suprema, que consideran
politizado.
Necesario
"consulta y diálogo"
“Tenemos
que detener el proceso legislativo” durante un mes, dijo Yoav Galant el sábado
por la noche, antes de una semana crucial que debería estar marcada por otras
disposiciones legislativas y nuevas manifestaciones masivas.
"Estoy
apegado a los valores del Likud (...) pero los cambios importantes a nivel
nacional deben hacerse a través de la consulta y el diálogo", agregó.
Yoav
Galant pidió a la vez el fin de las manifestaciones, en momentos en que unas
200.000 personas se concentraban contra la reforma en Tel Aviv, según la
estimación de los medios israelíes. Las manifestaciones se suceden cada
semana desde la presentación en enero por parte del Gobierno de Benjamin
Netanyahu, uno de los más derechistas de la historia de Israel, del proyecto de
reforma que divide al país.
Un
"paso valiente"
“Netanyahu
puede despedir a Galant, pero no puede despedir a la realidad y no puede
despedir al pueblo de Israel que se opone a la locura de la coalición”, tuiteó
el líder opositor Yair Lapid. “El primer ministro de Israel es una amenaza
para la seguridad de Israel”, escribió.
El
sábado por la noche, acogió con satisfacción las palabras de Yoav Galant,
describiéndolas como "no valientes (...) para la seguridad de
Israel". Dos legisladores del Likud también expresaron su apoyo a
Yoav Galant en Twitter el sábado, planteando la cuestión de si el gobierno
podría contar con una mayoría si procede a una votación.
Los
principales aliados de Israel, incluido Washington, han cuestionado los planes
para dar más poder a los políticos y reducir el papel de la Corte Suprema.
Se
espera que los parlamentarios israelíes voten en los próximos días sobre uno de
los elementos centrales de la reforma, en el centro de las preocupaciones de
sus detractores, que contempla el cambio en el proceso de nombramiento de los
jueces.
Una
semana para explicar
En
un discurso retransmitido por televisión el jueves por la noche, Benjamin
Netanyahu, que hasta entonces se había mantenido al margen de esta cuestión, se
comprometió a "poner fin a la división entre el pueblo", al tiempo
que subrayaba su determinación de sacar adelante la reforma.
Al
día siguiente, fue llamado al orden por los tribunales, que consideraron
"ilegal" su intervención pública, dados sus juicios en curso por
corrupción.
Y el
domingo, la Corte Suprema le dio al primer ministro una semana para responder a
una petición de una ONG que pedía que fuera castigado por "desacato al
tribunal" después del discurso.
Según la petición del Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel, vista por AFP, Benjamin Netanyahu, acusado en una serie de casos de corrupción, violó un acuerdo judicial de que un primer ministro acusado no tenía derecho a actuar en un área que podría colocarlo en un conflicto de intereses, según sentencia del Tribunal Supremo de 2020.
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