En una visita oficial a Canadá, Joe Biden dio a conocer un acuerdo entre Washington y Ottawa sobre la recepción de migrantes del continente americano.
Por Cuba Impacto
Joe Biden fue recibido este viernes
como un "gran amigo" de Canadá en su primera visita oficial al país,
que culminó notablemente en un acuerdo sobre el delicado tema de la inmigración
irregular. Washington y Ottawa "trabajarán juntos para desalentar los cruces
ilegales" de su frontera compartida, que explotó el año pasado, dijo el
presidente estadounidense ante el Parlamento.
Joe Biden fue aplaudido varias
veces por los parlamentarios de pie durante su discurso, en particular cuando
elogió el compromiso de los dos países de apoyar a Ucrania. Canadá, ciertamente
aliviado de pasar la página de Trump, desplegó la alfombra roja para la visita
del presidente estadounidense, la primera desde 2009.
"Un gran
amigo"
El primer ministro Justin
Trudeau, que recibió al presidente estadounidense en una cena familiar a su
llegada, se mostró muy amable durante la corta estancia de Joe Biden, que se
marchará el viernes por la noche tras una cena de gala. “Es un gran placer
tener un gran amigo aquí”, dijo el líder canadiense, quien tuvo una relación
muy difícil con el expresidente Donald Trump.
El presidente estadounidense no
se quedó fuera. Entre un chiste sobre su fallido intento de aprender francés y
un chiste sobre el hockey, evocó, líricamente, a "dos pueblos" que
comparten "un mismo corazón" y que se comprometen a solucionar sus
problemas "con amistad y buena voluntad". En cuanto a la inmigración,
por lo tanto.
El acuerdo anunciado el viernes
prevé que Canadá reciba regularmente a 15.000 migrantes adicionales de todas las
Américas. En el trasfondo de este anuncio, la "carretera de Roxham":
una ruta improvisada por la que el año pasado llegaron a Quebec alrededor de
40.000 migrantes de Estados Unidos, sin pasar por los puntos de entrada
oficiales.
Haití
Su cierre ya preocupa a las
organizaciones de ayuda a los migrantes. “El resultado será empujar a las
personas a intentar cruces aún más peligrosos en áreas remotas, o empujarlos
hacia los contrabandistas”, lamentó Julia Sande, de Amnistía Internacional, con
AFP. Otro tema de discusión fue Haití, en medio de una extrema violencia y una
grave crisis humanitaria.
Justin Trudeau anunció un sobre
de 100 millones de dólares canadienses para apoyar, en particular, la formación
de las fuerzas del orden haitianas. Pero la visita de Joe Biden no condujo a un
anuncio sobre el posible envío de una fuerza militar internacional al país
caribeño, una fuerza que, según Estados Unidos, idealmente debería estar
dirigida por Canadá. “Queremos mantener al pueblo haitiano en el centro de las
soluciones para resolver la crisis”, dijo el primer ministro canadiense.
El gasto militar también ha sido objeto de debate, ya que Washington presiona para que los miembros de la OTAN hagan un esfuerzo. Los dos países se han comprometido, según un comunicado de la Casa Blanca, a "invertir en la modernización" del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad), que juega un papel estratégico en la detección de intrusiones aéreas.
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