Espacio: La falla del cohete Vega-C debido a una parte ucraniana

Una comisión de investigación ha identificado la causa del fracaso del primer vuelo comercial de este cohete europeo.

Por Cuba Impacto

El fracaso del primer vuelo comercial del cohete europeo Vega-C el pasado diciembre se debió al deterioro de una pieza ucraniana de su motor Zefiro-40, según las conclusiones de una comisión de investigación presentadas el viernes a la prensa por la Agencia Espacial Europea. 

El vuelo del 23 de diciembre transcurrió sin contratiempos hasta poco después del encendido del motor de la segunda etapa del cohete, Zefiro-40, dijo Pierre-Yves Tissier, funcionario de Arianespace y copresidente de la comisión de investigación.

El motor, que se suponía que funcionaba a presión constante, registró una caída continua de esta presión en su tobera hasta el punto en que, tres minutos y 27 segundos después del despegue, "la aceleración del lanzador se ha vuelto casi nula", dijo Tissier. 

La orden de destruir el lanzador, construido por la italiana Avio, se dio entonces mientras Vega-C se encontraba sobre el Océano Atlántico, lo que provocó la pérdida de dos satélites de observación de la Tierra de Airbus, Pleiades Neo 5 y 6.

Cuello de boquilla deteriorado

La comisión de investigación encargada por la ESA, la autoridad de desarrollo de lanzamientos, y Arianespace, su operadora, concluyó que la pérdida de presión se debió al deterioro de la garganta de la tobera, que dirige y regula los gases de combustión hacia esta última.

Esta garganta de la boquilla, una pieza compuesta de carbono fabricada por el ucraniano Youjnoye, no soportó la enorme presión y las temperaturas que alcanzaban los 3000 grados. Tissier mencionó una “erosión termomecánica inesperada” de esta parte, como resultado de la falta de homogeneidad de su material.

La comisión de investigación no cuestionó el diseño y desarrollo del lanzador. Pero recomendó una serie de medidas para garantizar la futura fiabilidad de Vega-C.

El jefe de la ESA, Josef Aschbacher, admitió "deficiencias en el sistema", al tiempo que señaló un "plan de acción muy claro" para "salir fortalecidos de esta crisis". Con el objetivo de un lanzamiento comercial de Vega-C a finales de 2023, con la carga útil, por confirmar, del satélite de observación de la Tierra Sentinel 1-C. 

Este plan tiene como objetivo garantizar la fiabilidad de la garganta de la tobera mediante el uso de otro material, suministrado por ArianeGroupe, así como una nueva fase de cualificación del motor Zefiro 40. Y, por último, medidas que garantizan la fiabilidad de la cadena de suministro para la fabricación de los cántaros.

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