Brasil: El "valle de la miseria" se convierte en El Dorado del litio

Región semiárida vive auge inesperado gracias a mineral esencial para fabricar baterías de autos eléctricos.

Por Cuba Impacto

Apodado durante mucho tiempo el "valle de la miseria", el valle de Jequitinhonha en el estado de Minas Gerais ahora se ve como un nuevo El Dorado gracias a la abundancia de litio, el "oro blanco" esencial para la transición energética. Cerca del 85% de las reservas de Brasil, el quinto mayor productor mundial de litio, se encuentran en esta región semiárida donde viven cerca de un millón de personas.

Para atraer inversores extranjeros, las autoridades locales lanzaron el mes pasado con bombos y platillos el concepto de "Lithium Valley" (valle del litio), en Nueva York, en la sede de Nasdaq, la nueva bolsa de tecnología.

Promesa de un “litio verde”

Una empresa canadiense, Sigma Lithium, ya ha tomado la delantera. Fundada en 2012, comenzó a extraer litio en el Valle de Jequitinhonha en abril. El objetivo declarado: suministrar minerales suficientes para las baterías de más de 600.000 vehículos eléctricos en el primer año, y tres veces más cuando la producción haya alcanzado velocidad de crucero.

La exploración de litio no está exenta de consecuencias para el medio ambiente, el procesamiento de este mineral requiere enormes cantidades de agua, mientras que las reservas se encuentran principalmente en regiones afectadas por la sequía.

Pero la empresa se anuncia como productora de “litio verde”: en la planta de procesamiento de mineral, el 90% del agua se reutiliza posteriormente y no se utilizan productos químicos, asegura Ana Cabral-Gardner, directora ejecutiva brasileña de Sigma.

Convivencia difícil

Pero la idea de transformar la región en un "valle de litio" no es unánime. "Aquí es el valle de Jequitinhonha, no podemos anteponer un mineral a nuestra identidad", dice Aline Gomes Vilas, de 45 años, integrante del Movimiento de Afectados por Represas Mineras (MAB), quien cree que las poblaciones locales fueron no suficientemente consultado.

Vive en Araçuai, uno de los pueblos vecinos de la mina Sigma. “Era una zona rural y tranquila, y ahora el ruido es permanente. Ya podemos ver casas con paredes agrietadas por explosiones” en la roca, cuyos escombros son recogidos por excavadoras para ser cargados en camiones y procesados ​​en la fábrica. “Con cada explosión, las paredes tiemblan”, agrega Luiz Gonzaga, de 71 años, que vive justo al lado de la mina. “De momento todavía están cavando bastante lejos de mi casa, pero ya me está molestando el polvo. Imagínese cuándo sucederá cerca de aquí”.

"Bajo valor añadido"

Elaine Santos, investigadora de la Universidad de São Paulo (USP), también critica que el litio extraído en Brasil se destine casi exclusivamente a la exportación, "mientras Europa y Estados Unidos están desarrollando estrategias en toda la cadena, desde la minería hasta la producción de coches eléctricos". “Brasil corre el riesgo de profundizar su dependencia, al seguir siendo un país que exporta principalmente materias primas, con bajo valor agregado”, lamenta. La minería de litio en el país se remonta a la década de 1920, pero eso cambió después de un decreto emitido en julio de 2022, el último año en el cargo del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro. Este decreto hizo más atractivo este mercado para los inversionistas extranjeros, en particular al levantar las restricciones a la exportación de este mineral.

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