Al menos 3.120 personas huyeron del barrio Carrefour-Feuilles de la capital haitiana tras un ataque de una banda liderada por Renel Destina.
Por Cuba Impacto
A pie, en motocicletas o
hacinados en automóviles, miles de vecinos cargados con bolsas y maletas
huyeron este martes de un distrito de Puerto Príncipe atacado por pandilleros,
señaló un periodista de la AFP.
“Estamos viviendo una
situación extremadamente difícil. Ni siquiera sé a dónde ir. Tuve que
huir de mi casa”, dijo a la AFP Elie Derisca, residente del distrito
Carrefour-Feuilles, en el sur de la capital haitiana.
Este vecindario, como muchos
otros en Haití, es atacado regularmente por una pandilla liderada por Renel
Destina, también conocida como Ti Lapli y buscada por la Policía Federal de EE.
UU. (FBI), según la policía y los residentes.
“Saquearon y quemaron casas”
y “causaron varios muertos”, dijo Elie Derisca. “Las autoridades no
hicieron nada para rescatarnos”. Según él, los pandilleros se apoderaron
de algunas viviendas. Las autoridades haitianas confirmaron el lunes que
las casas habían sido incendiadas. También dijeron que habían recibido
informes de muerte, que no se pudieron verificar en este momento.
Al menos 3.120 personas han
huido de este barrio, según un informe provisional del departamento de
protección civil de Haití. Esta cifra podría seguir subiendo, según una
fuente cercana a esta institución en AFP.
El martes, el pánico era
visible en las calles de Carrefour-Feuilles. Algunos vecinos llevaban sus
maletas sobre la cabeza, otros habían amontonado tres colchones y un mueble de
madera en el techo de su coche. El día anterior, muchos vecinos del barrio
se habían manifestado contra la inseguridad y la Policía Nacional de Haití
había intervenido para restablecer el orden en la zona.
“La Policía Nacional seguirá
desplegando todos sus medios para poner fuera de peligro a los bandidos que
quieren sembrar problemas en las comunidades”, aseguró en un comunicado de
prensa, sin lograr sin embargo tranquilizar a los vecinos que siguen huyendo.
Haití ha estado atrapado durante años en una profunda crisis económica, política y de seguridad, que ha reforzado el control de las pandillas. Estas bandas armadas controlan alrededor del 80% de la capital haitiana y los delitos violentos son frecuentes.
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