El canciller norcoreano felicita a su homólogo cubano por el aniversario de las relaciones entre ambos países, y yo me avergüenzo, y mucho.
Porque es vergonzoso que en nuestro país tal cosa sea noticia, sobre todo sabiendo el mundo que Corea del Norte es una dictadura horripilante, sabiéndolo Cuba también, pero es que al régimen cubano no le importa quienes son sus amigotes siempre y cuando ayuden a sobrevivir a la maltrecha revolución cubana.
Por eso el canciller de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Ri Son Gwon felicita al canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, por el aniversario 61 del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas dictaduras, según informó Prensa Latina.
En el texto de la Agencia Telegráfica Central de Corea, el canciller dejó claro su más firme apoyo y solidaridad a la lucha del “pueblo cubano” por defender de manera firme las “conquistas de la revolución” y llevar hacia delante la causa socialista.
¿Pero cuanto más hacía delante puede llegar el comunismo? ¿Acaso 60 años no son suficientes?
Bueno, para el régimen cubano no, por eso siguen con su política de guerra fría extendiendo lazos de cooperaciones con países con regímenes aborrecibles como el de Corea del Norte.
Y es que ambos países tienen relaciones diplomáticas desde el mismo año 60 cuando el exdictador Fidel Castro estableció relaciones el 29 de agosto con el también exdictador Kim Il-Sung, y desde ese entonces ambos tiranos se retroalimentaron a través de cooperaciones de las que se conoce muy poco, pero que algunos hechos insólitos han dejado claro, que dichas relaciones, son sobre todo en materia militar.
Más de una vez ambas dictaduras han estado envueltas en escándalos diplomáticos por el traslado ilegal de armas, o por el uso de ejércitos de ciberseguridad, renglón donde Cuba le sigue los pasos a su hermana mayor Corea del Norte, implementando hace poco un decreto para tratar de controlar y cortar de raíz el flujo de información que consumen los cubanos a través de internet, y el uso de las redes sociales como un instrumento para la libertad de expresión, donde el régimen ha tenido que reconocer que no tiene autonomía (Decreto Ley 35)
Por el momento la relación entre ambos países continuará, y yo me pregunto cuál de los dos llegará primero a la democracia, porque en algún momento el sueño comunista, o mejor, la pesadilla, tendrá que acabar.
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