La teoría soviética que afirma que la Luna es una muy antigua nave espacial

Por Cuba Impacto

Por absurdo que parezca en estos días, hubo un momento en el desarrollo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en el que dos científicos aseguraron que el satélite natural de la Tierra es una nave espacial puesta ahí por una civilización extraterrestre. 

La hipótesis soviética buscaba dar una respuesta sobre el origen de la Luna, pero en lugar de irse por un camino más convencional o tradicional, los científicos del extinto bloque comunista, apostaron por esta teoría que da más para una de las historias de Ray Bradbury que para impartir cátedra.

La teoría de los soviéticos se suma a otras que plantean que la Luna es hueca, pero que no dejan de ser eso, teorías que buscan explicar algo que hasta el momento los seres humanos no logran comprender completamente: el origen de su creación.

En 1970 los científicos de la URSS, Alexander Shcherbakov y Mikhail Vasin, publicaron un artículo titulado: ¿Es la Luna una creación de seres inteligentes?, convirtiéndose así en los que más lejos llegaron en la defensa de la insólita teoría de la Luna hueca.

Hay que señalar que todo esto comenzó cuando el 14 de noviembre de 1969 la tripulación del Apolo 12 dejó caer el módulo lunar sobre la Luna, y los sismógrafos colocados en el satélite registraron un sonido que expertos asemejaron a la reverberación de un gong o una campana porque estuvo resonando durante ocho minutos.

Lo más increíble de este fenómeno fue que un año después volvió a repetirse, cuando el Apolo 13, por problemas técnicos, canceló su misión y soltó sobre la Luna el cohete desechable Saturno. En esa ocasión el impacto provocó el mismo sonido que la vez anterior, con la diferencia de que la Luna estuvo retumbando durante más de tres horas.

Estos dos eventos hicieron que algunos científicos comenzaran a plantearse que el satélite podría ser hueco, pues no encontraban otra forma de explicar cómo el sonido podía vibrara durante tanto tiempo después de un pequeño impacto.

Al respecto Ken Johnson, Supervisor de los Datos y Fotografías de las misiones Apolo de la NASA, aseguró que "la Luna no solo sonó como una campana, sino que todo el astro se tambaleó de forma tan precisa, que daba la sensación que había unos gigantescos amortiguadores hidráulicos en su interior".

En cuanto a Alexander Shcherbakov y Mikhail Vasin, llegaron a asegurar, con fundamentos científicos, que la Luna es una estructura artificial creada por una raza alienígena, y posee "una densa armadura ubicada a unos 3,5 kilómetros de profundidad, y por fuera, una cubierta de una capa más fina de polvo que protege ese escudo", escribieron.

"Aunque hace tiempo, la ciencia se empezó a preguntar si los canales de Marte eran la creación de ingenieros cósmicos, por alguna extraña razón no miraron con los mismos ojos las peculiaridades del paisaje lunar", escribieron Shcherbakov y Vasin en su ensayo publicado en la revista Sputnik, y agregaron: "Y los argumentos sobre las posibilidades de que exista vida inteligente en otros cuerpos celestes, se han limitado a la idea de que otras civilizaciones deben vivir necesariamente en la superficie de un planeta, y que el interior como hábitat está descartado".

De igual manera señalaron que "abandonando los caminos tradicionales del sentido común, nos hemos sumergido en lo que a primera vista puede parecer una fantasía desenfrenada e irresponsable. Pero cuanto más examinamos toda la información recogida por el hombre sobre la Luna, más nos convencemos de que no hay un solo dato que descarte nuestra suposición".

La teoría de los investigadores soviéticos afirmaba además, que la Luna sería "un satélite artificial puesto en órbita alrededor de la Tierra por seres inteligentes provenientes de una civilización altamente desarrollada", y que en realidad se trata de una especie de nave espacial gigante y muy antigua, cuyo interior está ocupado por el combustible para los motores, materiales y herramientas para las reparaciones, además de instrumentos para la navegación, equipos de observación y todo tipo de maquinaria inimaginable.

"Todo lo necesario para que esta 'carabela del universo' sirviera como una especie de 'Arca de Noé' de los extraterrestres, y tal vez, incluso como el hogar de toda una civilización que preveía una existencia prolongada de miles de millones de años y largos viajes por el espacio de miles de millones de kilómetros", apuntaron.

Respecto a la capa de polvo que vendría a ser esta especie de cubierta protectora a la aluden los científicos soviéticos, señalaron que los investigadores estadounidenses habían encontrado cromo, titanio y circonio. "Todos ellos son metales con propiedades refractarias, mecánicas y anticorrosivas. Una combinación que tiene una resistencia envidiable al calor, además de la capacidad de soportar un entorno agresivo. Si hubiera que idear un material para proteger un gigantesco satélite artificial de los efectos desfavorables de la temperatura, de las radiaciones cósmicas y del bombardeo de meteoritos, los expertos probablemente habrían recomendado estos metales. ¿Acaso no fue la misma combinación que buscaron los diseñadores alienígenas para proteger a la Luna?", indicaron Shcherbakov y Vasin.

Asimismo dieron otros detalles sobre la manera en que fue construida, y dieron destalles las razones de su extrema longevidad, aunque descartaron que aún albergue vida extraterrestre. 

"No imaginamos que la Luna siga habitada, y probablemente muchos de sus dispositivos automáticos también dejaron de funcionar, como por ejemplo los estabilizadores. Aunque el satélite mantiene una misma cara girada hacia nosotros, desde hace algún tiempo se tambalea sobre su propio eje, mostrándonos en ocasiones parte de su reverso que antes era invisible para los observadores desde la Tierra", argumentaron.

Por último destacaron que debido a su antigüedad ya la tecnología de la nave se encuentra dañada.

"Tanto el fuselaje como los instrumentos se fueron desintegrando en cierta medida. Algunas costuras de la carcasa interior evidentemente se separaron. Por eso, suponemos que las largas cadenas de pequeños cráteres que antes se atribuían a la actividad volcánica se produjeron por erupciones de gas a través de las grietas aparecidas en el blindaje y como resultado de accidentes", explicaron, los científicos y añadieron: 

"¿Qué es hoy la Luna? ¿Una colosal necrópolis, una ciudad de los muertos donde se extinguió alguna forma de vida? ¿O una nave abandonada por su tripulación y controlada de manera automática? A la espera de las pruebas definitivas, nuestra hipótesis puede parecer descabellada, pero creemos que las cuestiones que hemos planteado proporcionan suficiente sustento para una consideración seria sobre el asunto. El resultado puede ser el esclarecimiento de muchos enigmas lunares", concluyeron.

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