Por Cuba Impacto
El presidente ruso Vladimir
Putin fue acusado esta semana, por voces occidentales, de haber orquestado con
Minsk el envío de migrantes a la frontera oriental de la Unión Europea (UE). Ante
esto contestó: "Quiero que todos sepan eso. No tenemos nada que ver con
eso", dijo al canal Vesti.
Recodemos que varios miles
de personas que desean unirse a Europa, principalmente de Oriente Medio, están
varadas en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en condiciones muy
difíciles.
Por su parte la UE acusa a
Bielorrusia de haber organizado esta afluencia en respuesta a las sanciones
occidentales. Los europeos han estado tratando durante varios días de frenar
estos movimientos deteniendo vuelos a Minsk, dando la bienvenida al
"progreso" el viernes.
En tanto la líder de la
oposición bielorrusa, Svetlana Tsikhanovskaya, pidió a los países de la UE que
rechacen cualquier diálogo con el dictador bielorruso, Alexander Lukashenko.
"No puede haber diálogo con el dictador que está tratando de chantajear a
los países democráticos", dijo Tsikhanovskaya en Twitter.
En su entrevista, Vladimir
Putin dijo que los líderes europeos deberían hablar directamente con el jefe de
estado bielorruso para resolver esta crisis. "Por lo que tengo entendido,
Alexander Lukashenko y (la canciller alemana Angela) Merkel están listos para
hablar entre ellos", dijo el presidente ruso. "Espero que eso suceda
en un futuro cercano", agregó.
Por otro lado a principios
de esta semana el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki acusó al presidente
ruso de ser el "patrocinador" del "ataque" atribuido a
Alexander Lukashenko.
A pesar de la presión
internacional Lukashenko aun cuenta con el apoyo de su principal aliado,
Vladimir Poutine. Las tropas aerotransportadas rusas y bielorrusas estaban
realizando ejercicios cerca de la frontera entre Bielorrusia y Polonia el
viernes.
Sin embargo, cuando
Lukashenko amenazó con cerrar las compuertas de un importante gasoducto ruso,
que atravesaba su suelo, hacia Europa, en caso de nuevas sanciones europeas,
Moscú se apresuró a asegurar a los europeos que las entregas continuarían con normalidad.
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