En Miami Beach, toque de queda ante la violencia del "Spring Break"

Cada año, en primavera, una multitud de jóvenes, especialmente estudiantes, se apoderan del paseo marítimo para celebrar fiestas alcohólicas que pueden degenerar rápidamente.

Por Cuba Impacto

La ciudad estadounidense de Miami Beach, popular entre los juerguistas que acudían a disfrutar de las vacaciones universitarias primaverales, impuso a partir este jueves 24 de marzo un toque de queda tras una ola de violencia vinculada al “Spring break”. La medida fue votada la noche del martes, luego de dos tiroteos que dejaron cinco heridos en los días previos en esta ciudad del sureste de Estados Unidos.

El año pasado, en plena pandemia del Covid, la policía también impuso un toque de queda y arrestó a más de mil juerguistas por alterar el orden público. Cada primavera, una multitud de jóvenes vacacionistas, especialmente estudiantes, se apoderan del paseo marítimo de Miami Beach para celebrar fiestas alcohólicas que duran hasta el final de la noche y pueden degenerar rápidamente. 

El “Spring Break” en Miami forma parte del imaginario colectivo de generaciones de estudiantes, pero, en los últimos años, los habitantes parecen cada vez más perturbados por la situación, a pesar del innegable aporte a la economía local.

"Se está saliendo de control"

El toque de queda, que afecta a la zona más concurrida de la ciudad, incluida la mítica Ocean Drive, durará desde la medianoche hasta las 6 de la mañana, de jueves a lunes. Raúl, un cantinero de 49 años que no quiso dar su apellido, apoya la medida, aunque “no es buena para el oficio”. "Hay que hacer algo para garantizar la seguridad pública", dijo. 

En Ocean Drive, una calle famosa por sus edificios art deco, Ebony McFarland, una turista de 27 años, no está contenta con la idea de pasar un segundo "Spring break" bajo toque de queda, pero no se sorprende. “Se está saliendo de control. Hay jóvenes que vienen aquí y no saben cómo comportarse”, explica el residente de Atlanta, a más de 1.000 km al norte.

El miércoles, el ayuntamiento anunció la prohibición de la venta de alcohol en tiendas especializadas y supermercados -pero no en restaurantes y bares- en determinados puntos de la ciudad entre las 18.00 horas y el día siguiente, cuando reabren. Stephen Hunter Johnson, miembro de un consejo asesor local sobre asuntos afroamericanos, criticó tal decisión y dijo que el toque de queda está dirigido a Miami Beach porque la ciudad atrae a muchos turistas negros. “La única emergencia es que la gente negra está en la playa”, le dijo al Miami Herald.

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