Nueva York: La justicia ha fallado, el elefante Happy no es una persona

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Una asociación defensora de los animales exigió que la elefanta tenga derecho a la libertad, como un humano, y que sea trasladada a un santuario. Un juez rechaza la fórmula de "detención ilegal".


A pesar de lo "inteligente" que es, la elefanta Happy no es una persona y no puede disfrutar de los derechos humanos, dictaminó el tribunal supremo del estado de Nueva York, poniendo fin a una batalla tanto ética como legal. El Tribunal de Apelaciones de Nueva York se había ocupado de una apelación de la asociación de derechos de los animales Nonhuman Rights Project, que exigía el traslado de Happy de un zoológico en el Bronx, donde ha vivido durante 45 años, a un santuario de elefantes.

Este elefante asiático es "extraordinariamente autónomo y cognitivamente complejo" y debería ser "reconocido como una persona jurídica, con derecho a la libertad", había pedido la asociación, que presentó soluciones similares para otros elefantes y chimpancés en todo Estados Unidos.
Si bien "los elefantes son seres inteligentes que merecen el cuidado y la compasión adecuados", este derecho "no se aplica a Happy, un animal no humano que no es una 'persona' sujeta a detención ilegal", dictaminó el Tribunal Superior de Nueva York, en sentencia dictada este martes y escrita por la titular de la Corte, Janet DiFiore.

Dos de siete jueces no están de acuerdo

Para ella, demostrar que es feliz trastornaría todas las “interacciones entre humanos y animales”, en términos de propiedad, en la industria alimentaria o en la investigación médica. Y, después de los elefantes, “¿qué pasa con los delfines y los perros? ¿O vacas, cerdos o aves de corral que se mantienen en condiciones mucho más restrictivas?

Sin embargo, como reflejo de la gran sensibilidad de los estadounidenses por la causa animal, dos de los siete jueces de la Corte se desvincularon de esta decisión. Para ellos, la Corte debería haber reconocido el derecho a la libertad de Happy, "no solo porque es un animal salvaje que no debe ser enjaulado o exhibido, sino también porque conferir derechos a otros define a nuestra sociedad".

"Comparación atroz"

En su argumentación, uno de ellos recuerda que el zoo del Bronx había expuesto, en 1906, en el espacio de los monos, a Ota Benga, miembro del pueblo pigmeo secuestrado en África. "Ota Benga era un ser humano, Happy no lo es", pero "los dos sufrieron enormemente por su detención", escribe el juez Rowan Wilson. Decir que después de las mujeres y los esclavos es "lógico" extender los derechos a los elefantes es "una comparación odiosa", replicó la jueza DiFiore.

Para finalizar, subrayó el “enorme interés” que despertó este expediente entre el público. "Es testimonio de la complicada y cambiante relación entre humanos y animales", escribió la magistrada, elogiando "el deseo de la sociedad de dialogar sobre el tema". Sin embargo, esperaba que este diálogo continuara en las legislaturas y no en los tribunales.

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