La República Democrática del Congo acusa regularmente a Kigali de apoyar a los rebeldes del M23, que volvieron a tomar las armas a finales de 2021, lo que Ruanda niega.
Por Cuba Impacto
Tras las sospechas y advertencias, la República Democrática del Congo elevó el tono la noche del martes, "condenando" el apoyo que cree que Kigali ha brindado a los rebeldes del "M23" y prometió defender "cada centímetro" de su territorio.
El gobierno de la República Democrática del Congo "condena la participación de las autoridades de Ruanda en el apoyo, financiación y armamento de esta rebelión", dijo el Ministerio de Comunicación y Medios en un comunicado. “Defenderemos cada centímetro de nuestro territorio”, añade el texto, publicado al día siguiente de la toma por parte de los rebeldes del M23 (“Movimiento 23 de Marzo”) de la localidad de Bunagana, un importante centro de comercio ubicado en la frontera con Uganda, en la provincia congoleña de Kivu del Norte (este).
Esta nota de prensa del Ministerio de Comunicación evoca en primer lugar la visita de seis días a la RDC del rey de los belgas, cuya última etapa tuvo lugar el domingo en Bukavu (Kivu del Sur), en el hospital del Dr. Denis Mukwege, co -ganador del Premio Nobel de la Paz 2018 por su acción a favor de las mujeres víctimas de violación en esta región asolada por la violencia de los grupos armados desde hace casi 30 años.
“Relajación de tensiones”
El médico habló de "los múltiples ataques de los que la RDC es víctima". “El más reciente, que aún se está produciendo ante nuestros ojos, es el del grupo M23, cuyo apoyo desde Ruanda es conocido por todos desde hace décadas”, añadió, citado por la nota de prensa.
"El primer ministro belga, Alexandre De Croo, mientras tanto, indicó que teníamos derecho a exigir a nuestros vecinos que se respete nuestro territorio y que Bélgica quería respetar estrictamente la integridad territorial" de la RDC, continúa el comunicado de prensa.
“El rey Felipe de Bélgica y la comunidad internacional tienen un papel importante que desempeñar en el establecimiento urgente de una diplomacia regional que conduzca al alivio de las tensiones y a la resolución pacífica del conflicto”, añade el texto.
"Invasión"
Rebelión predominantemente tutsi derrotada en 2013 por Kinshasa, el M23 volvió a tomar las armas a finales de 2021, acusando a las autoridades congoleñas de no haber respetado un acuerdo para la desmovilización y reintegración de sus combatientes. Los combates se han intensificado en las últimas semanas y Kinshasa ha acusado claramente a Kigali de apoyar esta rebelión.
La semana pasada, el ejército de la RDC acusó a Kigali de haber enviado 500 de sus soldados al este del país, lo que el gobierno ruandés volvió a negar, al igual que niega cualquier apoyo al M23. El lunes, tras la toma de Bunagana, el ejército congoleño acusó a Ruanda de "invasión" de su territorio, asegurando que "se pusieron en marcha todas las medidas para el tomar el control de la situación".
Desde hace varias semanas se organizan manifestaciones en la RDC para exigir la ruptura de relaciones diplomáticas con Ruanda. De nuevo este martes, unos centenares de personas se concentraron frente al Ministerio de Asuntos Exteriores en Kinshasa para exigir la expulsión del embajador de Ruanda, Vincent Karega. Recientemente había sido citado para recibir una advertencia "severa", según las autoridades congoleñas.
Las relaciones entre Kinshasa y Kigali se han tensado desde el genocidio de Ruanda en 1994, con la llegada masiva a la RDC de ruandeses hutu acusados de haber masacrado a los tutsis, acusándose cada país de apoyar a grupos rebeldes antagónicos. Se habían calmado después de que Felix Tshisekedi llegara al poder a principios de 2019, pero el resurgimiento del M23 ha reavivado las tensiones.
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