Madeline preguntó a Servicios para Animales si podía tener a la legendaria criatura en su patio trasero. Recibió un permiso, pero con condiciones.
Por Abu Duyanah
Sin
caer en la caricatura de género, a muchas niñas les vuelven locas los
unicornios. Recuerda a Agnes en "Despicable Me 3", que sueña con
tener uno. La pequeña Madeline de Los Ángeles también quiere adoptar uno.
Pero
aunque su proyecto parece una locura, la niña es muy pragmática. Para evitar
sorpresas desagradables cuando su sueño se haga realidad, ha escrito una carta
a las autoridades de control de animales de la ciudad, escribe The Guardian.
"Querido condado de Los Ángeles, me gustaría contar con tu aprobación para
tener un unicornio en mi patio trasero, si es que puedo encontrar uno",
pidió.
Una placa oficial
Por increíble
que parezca, consiguió una licencia de unicornio. Marcia Mayeda, directora del
departamento, le envió una etiqueta metálica rosa en forma de corazón con las
palabras "Licencia permanente de unicornio", junto con un muñeco de unicornio
blanco con orejas rosas, pezuñas moradas y un cuerno plateado.
Sin
embargo, los unicornios no se crían de cualquier manera. El permiso estaba
sujeto a condiciones. El unicornio debe estar expuesto a suficiente luz solar,
luz de luna y arco iris. Y su cuerno debe pulirse al menos una vez al mes con
un paño suave. Además, cualquier brillo o purpurina que se espolvoree sobre el
animal debe ser no tóxico y biodegradable. Y la mítica criatura debe ser
alimentada al menos una vez a la semana.
La directora elogió a Madeline por su sentido de la responsabilidad al pedir permiso con antelación y por pensar "detenidamente en los requisitos para proporcionar un hogar cariñoso a los animales".
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