Por Cuba Impacto
El presidente de los Estados
Unidos ha iniciado el 2002 repitiendo que está dispuesto a tomar cartas en el asunto Rusia se decide a invadir a Ucrania.
"El presidente Biden ha
dejado en claro que Estados Unidos y sus aliados responderán enérgicamente si
Rusia invade más Ucrania", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki,
en un comunicado después de una llamada telefónica, este domingo 2 de enero,
entre el presidente estadounidense y su contraparte ucraniano Volodymyr
Zelensky.
"Agradecemos el apoyo
continuo a Ucrania [de Estados Unidos]", escribió Zelensky en Twitter. "Hablamos
de las acciones conjuntas de Ucrania, Estados Unidos y sus socios para mantener
la paz en Europa y evitar que la situación empeore".
De acurdo con la portavoz de
la Casa Blanca, Biden aseguró a Zelensky la voluntad de Washington de incluir a
Ucrania en las negociaciones sobre su propio futuro. El 9 y 10 de enero, Rusia
y Estados Unidos mantendrán conversaciones sobre Ucrania en Ginebra. Liderados
por la subsecretaria de Estado estadounidense Wendy R. Sherman y su homólogo
ruso Sergei Riabkov, serán seguidos el 12 de enero por una reunión Rusia-OTAN,
y luego el 13 de enero por una reunión en el marco de la Organización para la
Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Recordemos que el viernes
pasado Joe Biden ya había asegurado haber advertido nuevamente al presidente ruso contra un intento de invasión a Ucrania durante una entrevista telefónica
el día anterior: "Le dije claramente al presidente Putin que adoptaríamos
sanciones severas y que incrementaríamos nuestra presencia en Europa, entre
nuestros aliados de la OTAN". "Hemos sido claros: no puede, repito,
no puede invadir Ucrania", insistió Biden.
Hay que destacar además que
esta fue la segunda conversación telefónica entre los dos jefes de Estado en tres semanas, debido a las tensiones vinculadas a la movilización de tropas
rusas en la frontera oriental de Ucrania.
Este domingo, el líder
estadounidense también "expresó su apoyo a las medidas de fomento de la
confianza para aliviar las tensiones en el Donbass y la diplomacia activa para
avanzar en la implementación de los acuerdos de Minsk", apuntó Jen Psaki.
Según estos acuerdos, celebrados bajo los auspicios de Francia y Alemania,
Ucrania ha acordado llevar a cabo reformas políticas y Rusia ha puesto fin a su
apoyo a los rebeldes separatistas prorrusos. Washington y sus aliados europeos
acusan a Moscú de amenazar a Ucrania con una nueva invasión, tras la de Crimea
en 2014, y de fomentar una guerra separatista prorrusa que estalló ese mismo
año en el este del país. Unos 100.000 soldados rusos se concentran cerca de la
frontera con Ucrania.
En este escenario hay que
tener en cuenta que para Moscú la seguridad de Rusia requiere la prohibición de
cualquier ampliación de la OTAN, percibida como una amenaza existencial, y el
fin de las actividades militares occidentales cerca de las fronteras rusas, un
área que considera que está dentro de su área de influencia. Según el Kremlin,
Putin había dicho que estaba "satisfecho" con el intercambio del
jueves de unos cincuenta minutos, al tiempo que afirmó que las nuevas sanciones
contra Moscú constituirían "un error colosal".
Durante más de un mes Rusia
ha sido acusada por Occidente de haber concentrado decenas de miles de soldados
cerca de la frontera con Ucrania, con miras a una posible intervención militar
contra Kiev. El 25 de diciembre, Moscú anunció que más de 10.000 soldados rusos regresaron a sus bases después de ejercicios de un mes en el sur de Rusia cerca
de la frontera.
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